
Son
gente.
A veces, la definición del diccionario no concuerda con el significado que
la gente damos a una palabra. Y nos liamos. Nos liamos, por ejemplo, con el vocablo
"inmigrante", que para la RAE sería "El que llega a un país para establecerse, siendo natural de otro".
Ja, Ja, y Ja.
En Madrid, al menos, no son inmigrantes los extranjeros ricos, por muy establecidos que estén entre nosotros.
Tampoco consideramos inmigrantes a los argentinos: son argentinos, a secas. Ni a los franceses, portugueses, yanquis, polacos, italianos, búlgaros, checos, chilenos, uruguayos, que son eso: franceses, portugueses, yanquis, etc.
Son inmigrantes, en cambio, los bolivianos, los gitanos rumanos, los ecuatorianos, senegaleses, marroquíes, colombianos, dominicanos, brasileños... En fin: negros, árabes, gitanos, caribeños y andinos... Siempre que sean pobres. Los chinos son una categoría aparte, porque no son ricos, pero tampoco pobres.
De lo cual deduzco que:
1. La
calle identifica inmigración con pobreza más fenotipo diferente al europeo.
3. A la
calle le ayuda mucho la prensa a tomar la parte por el todo. La prensa nunca dice "el inmigrante alemán multimillonario ha dado una fiesta en su residencia de Menorca...", sino "El conocido magnate alemán afincado en Menorca ha dado una fiesta..."
4. La prensa tampoco dice jamás "El escritor José Saramago, inmigrado a nuestro país desde hace unos años", Ni califica de inmigrante a Roberto Carlos ni a Ronaldinho ni a la multitud de extranjeros instalados en España que se dedican a las artes, las letras, la restauración, la música, el cine... Y, sin embargo, lo son. Lo son en su más estricto sentido.
5. Los políticos también hablan de
los inmigrantes cuando deberían hablar de
los inmigrantes explotados y de etnia no europea. A lo mejor es que resulta demasiado largo, o poco fino.
6. Si en lugar de hablar de
guetos o
sin papeles se hablara de que los ayuntamientos con un alto índice de inmigrantes pobres prácticamente no han aumentado sus presupuestos para servicios sociales; que los médicos del sistema público se vuelven locos para entender qué les pasa a los que no hablan español, porque nadie paga traductores; que los inspectores de trabajo no dan abasto y así no hay Dios que detecte a los empresarios/negreros... Si...
7. Si tanto la prensa como los políticos recordaran a menudo que la Comunidad de Madrid
necesitará en los próximos años alrededor de 500.000 trabajadores añadidos a los que se incorporen a la población activa por el crecimiento vegetativo de la región, que manda narices cantidad ...
8. Si las muy leales oposiciones en el Ayuntamiento, en la Comunidad y en el Congreso de los Diputados preguntaran a los respectivos mandamases a) dónde los van a meter b) cómo van a organizar su llegada c)si tienen claro los sectores económicos demandantes c)qué presupuesto va a tener el famoso Plan Estratégico ...
9. Si en lugar de torcer el lenguaje y de irse por las ramas, prensa y políticos hablaran de lo que tienen que hablar... Y terminaran haciendo lo que tienen que hacer.
10. Si 6, 7, 8 y 9 se cumplieran, a lo mejor
la calle no consideraría
la inmigración un grave problema, y no les caería el sambenito de camellos, pandilleros, delincuentes y demás lindezas con que calificamos indiscriminadamente a negros, árabes, andinos, gitanos rumanos y caribeños, obviando el hecho contrastado de que todos esos adjetivos se pueden aplicar exactamente igual a un porcentaje semejante de españolitos.
Ellos son tan
gente como nosotros.