MALAS INFLUENCIAS
(Este post se lo dedico a la Viuda de Tantamunt, con un besito de comprensión)
Pues ahora le digo yo al Mago Zibnaf que a mi hijo, cuando era pequeño, le contaba los cuentos censurando las partes cruentas, para que no se traumatizase, y la caperucita se hacía amiga del lobo y él la guiaba por el bosque para que no se perdiera, y Blancanieves sí se perdía , nada de comer manzanas envenenadas ni de quedarse dormida tropecientos años, y los enanitos la cuidaban a hasta que llegaba el príncipe, en lugar de estar ella de criada de toda la tropa, y la Cenicienta bien pero nada de crueldades excesivas por parte de la madrastra y las hermanastras, que bastante tenía la pobre con ser huérfana.
Pues ahora le digo yo al Mago Zibnaf que a mi hijo, cuando era pequeño, le contaba los cuentos censurando las partes cruentas, para que no se traumatizase, y la caperucita se hacía amiga del lobo y él la guiaba por el bosque para que no se perdiera, y Blancanieves sí se perdía , nada de comer manzanas envenenadas ni de quedarse dormida tropecientos años, y los enanitos la cuidaban a hasta que llegaba el príncipe, en lugar de estar ella de criada de toda la tropa, y la Cenicienta bien pero nada de crueldades excesivas por parte de la madrastra y las hermanastras, que bastante tenía la pobre con ser huérfana.
Cuando aprendió a leer, libros de Teo y de Naturaleza. Andersen, Perrault y los hermanos Grimm eran literatura para mayores. Ingenua de mí: descubrí que su abuela le soltaba todas las atrocidades que a ella se le pasaban por la cabeza (cómo murieron su madre, su padre, su marido; cuál fue la verdadera historia de Pedro y el Lobo, etc.) Y se tragaba todo lo que caía en sus manos en casa de sus primos.
Jamás le compré un juguete bélico. Él se los fabricaba con el Lego, me contó con el tiempo.
En cuanto a la tele, años estuve sentándome con él a ver “Barrio Sésamo” por si se pasaban. Luego fui ampliando la programación, siempre con mi presencia vigilante. Pero él se las arreglaba para ver una serie o una peli de más cuando yo no estaba al quite.
Mi afán protector era inconmensurable, hasta que una vez me pilló por banda un amigo que me leyó la cartilla:
- Pero, tú, ¿qué porcentaje de influencia crees que puedes tener en tu hijo, alma cándida? Anda, haz un listado de todos los agentes educativos que confluyen en él.
Juro que hice el listado, y me salió lo siguiente:
-su padre
-yo misma
-su abuela
-sus primos
-resto de familia
-los profes
-los compañeros del cole
Jamás le compré un juguete bélico. Él se los fabricaba con el Lego, me contó con el tiempo.
En cuanto a la tele, años estuve sentándome con él a ver “Barrio Sésamo” por si se pasaban. Luego fui ampliando la programación, siempre con mi presencia vigilante. Pero él se las arreglaba para ver una serie o una peli de más cuando yo no estaba al quite.
Mi afán protector era inconmensurable, hasta que una vez me pilló por banda un amigo que me leyó la cartilla:
- Pero, tú, ¿qué porcentaje de influencia crees que puedes tener en tu hijo, alma cándida? Anda, haz un listado de todos los agentes educativos que confluyen en él.
Juro que hice el listado, y me salió lo siguiente:
-su padre
-yo misma
-su abuela
-sus primos
-resto de familia
-los profes
-los compañeros del cole
-la canguro
-la tele
-los libros
-los comics
-el cine
-los vecinos
-los hijos de mis amigos
-mis amigos
-los amigos de su padre
-los hijos de los amigos de su padre...
Joer. Y luego mi amigo me dijo que pusiera el porcentaje de influencia que yo pensaba que cada agente tenía en aquel momento sobre el chaval. Entre pitos y flautas, me quedaba un exiguo 30 ó 35%, y eso tirando hacia arriba.
-los libros
-los comics
-el cine
-los vecinos
-los hijos de mis amigos
-mis amigos
-los amigos de su padre
-los hijos de los amigos de su padre...
Joer. Y luego mi amigo me dijo que pusiera el porcentaje de influencia que yo pensaba que cada agente tenía en aquel momento sobre el chaval. Entre pitos y flautas, me quedaba un exiguo 30 ó 35%, y eso tirando hacia arriba.
Esa gimnasia mental me relajó bastante, aunque a cambio tuve que renunciar a que mi chico fuera sólo cosa de su padre y mía.
Por su bien, y menos mal, qué caramba.
Por su bien, y menos mal, qué caramba.
53 Comments:
Es cierto. Mi hijo de dos años, al que nunca le he comprado una pistola, me apuntó el otro día con el indicew y me disparó. Y claro, tuve que "morirme". Así es, somos solo un porcentaje (y creo que bastante menos que el que dices. Al menos yo)
Jajjaja...me ha encantado esta lección magistral que me das...
Y de paso...reconozco que tienes razón...
Mi hijo,hoy me dijo...."te quiero que te cagas".
Te juro, que el copy de esa lindeza, no es mia¡¡
Y eso, además solo es durante una parte de su vida. Después tu exiguo 30% pasa a ser un 5%. Y con el tiempo, dejas de influir en él definitivamente. Cada persona es cada persona. Y la preocupación de un padre es comprensible, pero no es, ni será, todopoderosa. Malo, muy malo, si lo es...
Mi mamá debiera haber leído esto hace 27 - 17 años atrás, se hubiera tenido que relajar y rendir la pobre. En fin son un amor ustedes las madres.
Besos
Oye eres bien terrible tú, me pierdo un par de días y ya has posteado como loca, me pondré al día.
En mi época las madres nos parían y entre todos (hermanos incluidos) salíamos adelante. A mi me influenciaba hasta el olor del aire de las mañanas que faltábamos a clase
Los procesos educativos son incontrolables, afortunadamente. Si fueran controlables sería tremendo y traumatizante para el aprendiz. El papel del enseñante no reside en decidir qué debe o qué no debe aprender el discente sino en ayudarle formarse su propia opinión sobre las cosas que aprende mediante el juego de las alternativas. Es una fórmula en teoría bastante aséptica, pero ya nos encargamos todos de poner nuestra propia salsa.
Un beso.
Creo que lo ideal, más que sobreproteger es intentar dar la herramientas para que sepan cómo lidiar con algunas cosas...
Vale que es más fácil decirlo que hacerlo...pero sería lo más inteligente creo...
Un beso grande
Soltaire
El mundo es cruel y violento, intentar ocultarlo a los niños es un empeño ingenuo y inútil. Incluso los libros de cuentos infantiles han intentado desde have años suavizar las sádicas crueldades de antaño, que antes parecían normales y hoy nos desagradan mucho. Que nos desagraden y que las ocultemos no quiere decir que no existan. Afortunadamente, la forma como se vive la crueldad y la muerte de pequeño forma parte de un mundo distinto, que diferencia poco la realidad de la imaginació. Uno muere y puede resucitar al instante, por eso no traumatiza, como pensamos los mayores. Además de todas esas influencias existe el temperamento de cada cual, una gran carga genética que durante años se ha menospreciado y que ahora se vuelve a admitir. Quienes tienen varios hijos lo saben bien. Al final los padres sólo podemos quererlos y ayudarlos, no podemos evitar nada de nada.
Tampoco se les puede dejar que traguen todo lo que vean por ahí y lo digieran a su modo, protegerles en exceso no, porque lo van a ver igual por ahí, pero al menos sí encauzar, explicar e intentar ayudarles a entenderlo.
Mi padre todavía cambia de canal cuando sale alguna escena sexual explícita en la televisión y yo estoy delante. Sin embargo, desde pequeño he podido leer lo que me ha venido en gana.
Para mí resulta extraño que se consideren más perniciosas las imágenes que las palabras cuando éstas pueden calar mucho más hondo en una persona si ésta tiene imaginación suficiente.
Recuerdo que cuando era adolescente mi padre me contó varias veces el "chiste" de un padre que le decía a su hijo que se subiese a un árbol, y una vez arriba que se tirase tranquilo que él lo recogería. El chaval, con una fe ciega en su padre, se tiraba y se estampaba contra el suelo. Cuando le preguntaba a su padre que por qué lo había dicho éste le respondía: para que aprendas que en esta vida no se puede confiar en nadie.
Me lo contaba riendo y después me decía que él no tenía claro si debía enseñarnos a mis hermanos y a mí a confiar o a desconfiar. Y yo siempre le respondía lo mismo: enséñanos lo primero, que lo otro ya lo aprenderemos por nuestra cuenta.
Puede que los padres sean un porcentaje mínimo, al menos cuantitativamente, en la educación de los hijos, pero no creo que la fórmula matemática sea tan simple: cualitativamente importan muchos más, son el referente, el punto de partida, y tantas otras cosas. Aunque encontrar el equilibrio entre el deseo de proteger a los hijos de todo y la conciencia de que realmente es imposible siempre me ha parecido una de las cosas más difíciles, por no decir imposibles, del mundo.
Un beso
Mi hermano se fabricaba espadas y rifles con las piernas de mis Barbies.
Y quería enseñarte:
mi cosecha (600 gramos) -> imagen 1 <-
Mira que pedazo de moras: -> imagen 2 <-
Ya está hecha la mermelada. Mañana cae en el desayuno dominguero familiar.
Un beso :)
Manel,
Con todo, aún tienes mucho de qué proteger a tu hijo, mucho que enseñarle...y mucho que aprender. El equilibrio es difícil, pero ellos también nos van poniendo límites, está claro. :)
Viuda,
No pretendía dar lecciones, sólo exponer una experiencia que quizá pueda recordaros lo que ya sabéis sin mi ayuda. ;)
Pow,
ese cinco por ciento de influencia puede ser determinante, para bien o para mal...
Un beso.
Roxi,
Ese es el juego: las madres intentan dirigir y los hijos se intentan rebelar.
Depende de muchos más factores que un chico llegue a adulto con mente sana...
Alexandrós,
He aquí la cuestión: las madres de ahora nos enfrentamos a cuestiones nuevas; la familia extensa que convivía en la misma casa generaba una dinámica diferente, con los papeles repartidos entre los distintos miembros.
Los psicólogos tenemos tendencia a teorizar con los casos individuales, culpabilizando a los padres de las cosas más peregrinas: siempre se considera una familia desestructurada a la del chaval que comete una falta, pero ¿qué se entiende por familia estructurada, hoy?...
En fín...
Un beso
Yayo Salva,
Nadie nos pide el carné de parir.
Nadie se ocupa de educar a los padres antes de tener hijos.
Nadie nos examina para determinar si tenemos capacidad para educar.
¿Por qué, entonces, se nos presiona tanto, si es toda la sociedad la que tiene la responsabilidad?
Soltaire,
Mis únicas herramientas para criar (educar sólo es una parte de la crianza, no lo olvides) han sido mi amor y la coherencia entre mis valores y mi conducta, en la idea de que se predica con el ejemplo.
En la medida en que soy pacifista, no le he comprado jamás un arma.
En la medida en que la mayor parte de los cuentos clásicos me parecen machistas e innecesariamente violentos, me he negado a contárselos yo.
En la medida en que la televisión es idiotizante, continué limitado su consumo a un niño que no tenía las suficientes defensas.
En la medida en que la responsabilidad me abrumaba, mi amigo me ayudó, no a renunciar a mis valores, sino a relajarme.
Un beso.
Julia,
qué razón tienes.
Este post era una protesta contra la angustia de los padres y de las madres, que es totalmente inútil.
Deyector,
Así es. Hay ocasiones en las que crees que es necesario ponerte delante para evitar lo que consideras como un mal. A veces metes la pata. A veces aciertas. Vas aprendiendo...
Un beso
Tipo de la Brocha,
Has dado en el clavo: los padres dirigimos según nuestro personalísimo parecer, más o menos ilustrado, pero siempre marcado por nuestras emociones, traumas, recuerdos, carácter, en fin: que la asepsia absoluta, ni en las intervenciones quirúrgicas, siempre se cuela el microbio listo...
Un beso
Florecillaaaaaaaaaaaaaa!!!
Me he hinchado como un globito vanidoso.
Un beso, mi niña.
Oye eres un descubrimiento.
vengo desde el blog de Bito.
30 o 35% ?,Eres una optimista....
Encantada
Churra,
bienvenida.
Claro, el porcentaje disminuye con el paso del tiempo, como dice Pow.
Un beso.
Mamen,
Las prohibiciones también son necesarias: hay que imponer límites, explicando el porqué, pero todos tenemos que asumir que hay fronteras infranqueables: la vida humana - y la de la mayor parte de los animales, si no te los vas a comer - incluida la propia, es el mejor ejemplo.
¿Cómo vas a permitir que un niño de cinco años, p.ej., abra la puerta y se vaya a dar un paseo solo por una gran ciudad?
Y, si no tienes suficientes herramientas personales para hacérselo entender, tendrás que recurrir a la prohibición, sin más: yo no tenía - ni tengo - respuestas para todo, ni soy pedagoga, ni infinitamente paciente, ni omnipresente...
¿Hay alguien por ahí que no se haya sentido frustrado por no poder hacer entender a su hijo que algo puede ser enormemente peligroso para él?...
Un besito.
Actualmente tu porcentaje de influencia sería mucho menor. Hay más canales de televisión con unos contenidos más morbosos; e internet, donde la información y la desinformación no tienen censura.
(Bueno, en la tele la desinformación tampoco es que sea despreciable)
Herel,
La censura funciona durante un tiempo relativamente breve y con unos pocos asuntos, nada más: en el momento en el que un crío es capaz de comprender un concepto, el argumento de autoridad no tiene sentido.
En cualquier caso, yo creo que pisar la raya no es demasiado peligroso para nadie; el problema es cuando pasas al otro lado y no sabes volver, y tampoco te atreves a pedir ayuda porque te sientes culpable o tu orgullo te lo impide.
Inspirar a tus hijos una confianza ilimitada, por otra parte, es pura ilusión. Explicarles todo, también es una utopía: hay que saber qué tipo de inteligencia tiene tu hijo, qué disposición, qué emociones... Creer que puedes controlar todo eso es absurdo: no se trata de bajar la guardia, sino de relativizar tu papel porque, a pesar de todo...
Un beso.
Madre sobreprotectora... normal, siendo hijo unico (al menos a mi me lo parece, te lo digo sin acritud eh?)
Toxcatl,
acepto la crítica, pero mi hijo tiene ya 30 años y es un tipo que se ríe de mis cosas cuando procede, se independizó mucho antes que la mayoría de sus coetáneos y mantenemos una relación relajada...
¿Hay quien dé más? :D
(Conclusión: o bien mi sobreprotección no fue excesiva, o bien le vino bien, o bien no es tan determinante. Yo apuesto por la tercera opción)
Una madre así debería de haber tenido yo. Y la mía no era por teoría psicológica, es que mientras leía no le daba el coñazo, porque las cosas como son, yo cuando no leía, hablaba y claro mi madre prefería lo primero. Pobre mujer.
En fin que nunca se sabe, si proteger de más, si hacerlo de menos, si contar si no. Yo creo que al final la gente es como es y ya está
En fin
Be happy
Mago,
En total desacuerdo con el primer párrafo, no seas burro.
Absolutamente de acuerdo con el segundo: hagas lo que hagas (mientras no sean locuras, que a veces también), al final salimos como salimos y todo el mundo tiene explicaciones a posteriori.
Un beso.
Pero si es que si que soy burro, que le vamos a hacer
De todas formas tu no me tomes en serio el 99 por ciento de las veces y el uno por ciento restante no olvides de reirte. Hace tiempo que amenazo a mis padres con meterles en una residencia pública (las privadas cuestan un huevo) y mucho miedo no les entra por aquello de hacer caso del primer consejo.
Se feliz
Mago, esa amenaza es absurda, y ellos lo saben: legalmente nadie entra en una residencia si no es con su consentimiento o está legalmente incapacitado...
(Siempre te tomo en serio, aunque hagas bromas explícitas. Nunca te creo igual al personaje que presentas: "esto" es un juego)
Eso me reponden ellos, pero ya les he dicho que les pienso incapacitar (colegas en la magistratura) y gestionar su patrimonio. Cuento con la anuencia del resto de sus hijos. Y ni así me toman en serio
Sea feliz, compañera de insomnios
P.D - Maravillosa la frase por cierto, y cierta, por verdad.:-D
Seguro un alivioooooo, es muchísimo eso del 35 %
Un abrazo
Gab
sabes, naciste el mismo año que mis padres... y te pareces bastante a ellos.
No creas que hablo de MI influencia sobre MIS (nuestros) hijos. Mi madre tiene aproximadamente tu edad (born '41). Sobre esa base: ¿30-35%? No, si ya tengo yo dicho que sós una OPTIMISTA, jovencita :-D.
Besos.
P.S.: Ya puedes quitar la palabra de control: no hay tan apenas spam y escribir cosas como 'spcittg' a las 06.00 AM produce mucha desazón.
Gran desafío, eso de educar a una personita. Y además debe ser realmente educativo, ¿no?
Gabriela,
Para mí fue un alivio que SÓLO fuera ese porcentaje...
Un beso
Gonzalo,
Qué suerte tienes, ¿no? :-D
Estupendisimo lo de los influenciadores con sus porcentajes, algo racionalizador, pero estupendo, me voy a hacer la lista, a ver si me tranquilizo....
un beso
Hans,
Ahora diría que mi hijo es un cóctel entre su padre y yo, más una parte de experiencia "personal e intrasferible"...
Un beso.
(voy a ver si puedo quitar la palabreja)
Raist,
No te puedes imaginar lo que aprendes educando...
Un beso
Marga,
Esa es la cuestión: ni bajas la guardia, ni dejas de hacer lo que hacías, ni cambias casi nada, pero lo haces con otro puntito...
Un beso
Aprender a leer e inculcarme el amor por la lectura es una de las cosa más que le tengo que agradecer a mamá... claro que somos el resultado de muchas cosas, pero yo he de reconocer que sin la ayuda de mi madre no podría haber superado muchas cosas de las que me han pasado... y a pesar de que me quejo mucho de ella es a veces más joven que yo!!!!!
lo dicho mañana me la llevo al cine y de cañitas!!!!! que ya hemos encasquetado a mis sobrinos... que hay que verla con los niños... eso si que es una muje en acción...
P.D. aunque cuando leía la sonrisa vertical no le decía lo que era!!!!
Ros, yo también enseñé a mi hijo a leer, contra toda recomendación didáctica en aquel momento...
Y es deber de todo hijo/a tener secretos, lo de las pelis americanas es una paparruchada: me parece una prueba de inmadurez contárselo todo TODO a los padres
jajaja... casi casi como yo con mi nene, que hoy tiene 19 años!...
Yo le tiraba armas, -no queria revòveres, ni pistolas, ni rifles, nada de eso- y un dia, me aparece, con un regalo de su abuelo paterno: arco y flechas.
En su media lengua atinò a decir: "ma no es malo eto, es de indios!"
jajajaj... me hiciste acordar!...
Un abrazo de Luz.
Diógenes...
A pesar de todo, tienes razón. :-)
Jajajajaja, Princesa,
Lo importante es que él recordará que tú odiabas las armas...
Un beso.
Pues sí, tienes razón, y es bueno que sea así, en general. Lo malo es que hoy no sé que diablos pasa, porque ningún padre parecer reconocer a los suyos como esos hijos de alguien que andan por ahí haciendo putadas ... y eso tambien influye en los de cada uno, y puede que sea difícil extraerlo de ess influencias (hablo sin conocimiento de causa, por supuesto, que no tengo hijos)
yo creo que la influencia de los padres/madres es mucho mayor de la que pones en el post. Lo cierto es que no he leído los comentarios, y puede que lo hayas matizado después, pero yo la subiría bastante más del 50%, sobre todo porque casi todos los demás factores de tu lista se acercan a los niños muy mediatizados por los padres.
La influencia de los padres es fundamental, por mucho que los hijos quieran ser despegados. El ser despegado también es una influencia paterna por ser una reacción.
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