LLEGA "ÉL"
Viene mi hijo. VIENE MI HIJO. Llega a San Javier el día uno, en un vuelo de esos baratos, se va a ver a su abuela y a su padre y el lunes o el martes está en Madrid. Un mes entero. ¡Ole, ole y ole! (pronúnciese así, sin acento).
Llevo sin verle desde mayo. Me muero de ganitas. Mi chato. Le voy a acriciar, tocar y pellizcar hasta que se me caigan las manos. Le voy a comprar la ropa que me de la gana (con su visto bueno, vamos a entendernos), le voy a cocinar todas las cosas que me pida; le voy a obligar a hacerse una revisión médica y a ir al dentista; me voy a fumar con él un peta cada noche cuando vuelva de estar con sus amigos y nos sentaremos a rajar de todo, de todito, hasta que no podamos más y uno de los dos tome la decisión de decirle al otro que hay que acostarse.
Me desestructurará la jornada: los horarios de comida se irán al carajo, habrá que poner lavadoras a diario, la asistenta se mosqueará porque su dormitorio – que cuando él no está hace funciones de cuarto de la plancha –estará vedado y cuando ella haya dejado la cocina reluciente vendrá él y dejará el cenicero, y se preparará un café con hielo y dejará miguitas de bizcocho por el suelo, y yo no dormiré siesta para hacer sobremesa con él y con sus amigos, si viene alguno a comer, y se me olvidará regar mis plantas y la casa se convertirá en un maremágnum porque... Él, él, él, él.
Y me limpiará el ordenador de virus, me guardará en CDs lo que yo le pida, me traerá un portátil para que pueda escribir desde el cuarto de estar, desde el sofá o desde la cama cuando me duela mucho la espalda – se me pasa por la cabeza la imagen de Frida Kalho, salvando las distancias, de genio a su favor y tecnología al mío - me enchufará el escáner y me enseñará a utilizarlo, me traerá pelis y musiquita y anécdotas y preocupaciones proyectos y alegría, mi rorro.
Él hace como que soporta con resignación mis arrumacos, pero le gustan, y me los devuelve, para escándalo de propios y extraños – los unos porque consideran un martirio para el chico mis babeos de madre de hijo único, y los otros por que cuando ven cómo vamos, él con su brazo sobre mis hombros y yo con el mío abrazando su cintura, nos echan miraditas que no son precisamente de aprobación – sin comprender que no tengo muchas oportunidades de demostrar en vivo y en directo mi amor.
Sobre el día doce llegará su novia, una eslava que, como indica su gentilicio, es rubia y alta y tetuda, dulce y educada, reidora como nosotros, aunque para mi gusto... En fin, vamos a dejarlo aquí; sólo estará diez días. Soy una cuasi-suegra amable y discreta.
Él se lleva bien con Andrés: tienen gustos comunes y se hacen pequeños favores, incluso en la distancia. Creo que el hijo le agradece al novio que esté a mi lado, que yo tenga alguien que me vigile de cerca, que me alegre la vida, esas cosas.
Todo lo anterior, para justificar que os tendré un tanto desatendidos durante septiembre, aunque vosotros lo comprendéis, ¿verdad?
Llevo sin verle desde mayo. Me muero de ganitas. Mi chato. Le voy a acriciar, tocar y pellizcar hasta que se me caigan las manos. Le voy a comprar la ropa que me de la gana (con su visto bueno, vamos a entendernos), le voy a cocinar todas las cosas que me pida; le voy a obligar a hacerse una revisión médica y a ir al dentista; me voy a fumar con él un peta cada noche cuando vuelva de estar con sus amigos y nos sentaremos a rajar de todo, de todito, hasta que no podamos más y uno de los dos tome la decisión de decirle al otro que hay que acostarse.
Me desestructurará la jornada: los horarios de comida se irán al carajo, habrá que poner lavadoras a diario, la asistenta se mosqueará porque su dormitorio – que cuando él no está hace funciones de cuarto de la plancha –estará vedado y cuando ella haya dejado la cocina reluciente vendrá él y dejará el cenicero, y se preparará un café con hielo y dejará miguitas de bizcocho por el suelo, y yo no dormiré siesta para hacer sobremesa con él y con sus amigos, si viene alguno a comer, y se me olvidará regar mis plantas y la casa se convertirá en un maremágnum porque... Él, él, él, él.
Y me limpiará el ordenador de virus, me guardará en CDs lo que yo le pida, me traerá un portátil para que pueda escribir desde el cuarto de estar, desde el sofá o desde la cama cuando me duela mucho la espalda – se me pasa por la cabeza la imagen de Frida Kalho, salvando las distancias, de genio a su favor y tecnología al mío - me enchufará el escáner y me enseñará a utilizarlo, me traerá pelis y musiquita y anécdotas y preocupaciones proyectos y alegría, mi rorro.
Él hace como que soporta con resignación mis arrumacos, pero le gustan, y me los devuelve, para escándalo de propios y extraños – los unos porque consideran un martirio para el chico mis babeos de madre de hijo único, y los otros por que cuando ven cómo vamos, él con su brazo sobre mis hombros y yo con el mío abrazando su cintura, nos echan miraditas que no son precisamente de aprobación – sin comprender que no tengo muchas oportunidades de demostrar en vivo y en directo mi amor.
Sobre el día doce llegará su novia, una eslava que, como indica su gentilicio, es rubia y alta y tetuda, dulce y educada, reidora como nosotros, aunque para mi gusto... En fin, vamos a dejarlo aquí; sólo estará diez días. Soy una cuasi-suegra amable y discreta.
Él se lleva bien con Andrés: tienen gustos comunes y se hacen pequeños favores, incluso en la distancia. Creo que el hijo le agradece al novio que esté a mi lado, que yo tenga alguien que me vigile de cerca, que me alegre la vida, esas cosas.
Todo lo anterior, para justificar que os tendré un tanto desatendidos durante septiembre, aunque vosotros lo comprendéis, ¿verdad?
20 Comments:
la familia es lo primero. te echaremos de menos pero luego recuperarás el tiempo perdido...
Si yo tuviera un manitas así también el mimaría. Pero la providencia me premió con dos trolls y un manazas, encantador, eso sí.
Usted deseando que su hijo venga y yo suplicando que las mías dejen de saquearme. Me pregunto si alguna vez me darán la oportunidad de recibirlas tan alborozada como usted acoge a su hijo.
Querida Eulalia: Precioso post dedicado a tu hijo:¡ Qué bello es el amor de madre,máxime si se sabe expresar, como tú lo haces, bellamente.
Lo que no te consiento es que nos dejes huérfanos de misivas durante un mes, por importante que sea la razón.
Besos.
A disfrutar se ha dicho guapetona!
Pero sólo un apunte: esos celillos de la novia de tu hijo, ejem ejem ... que los he padecido y no son nada buenos ... además ¿está él celoso de tu Andrés? PUes eso. Alégrate de que él sea feliz que es lo que estoy convencida deseas por encima de todo del mundo mundial.
Por cierto ¿lee tu blog?
Y qué remedio... tal como lo cuentas... si tuvieses que ir a la mina, nos manifestábamos o algo...
Pues disfrútalo.
Beso.
Sí que se te va a echar de menos pero lo primero es lo primero. Disfruta del reencuentro y de tu hijo, y cuando tengas un ratillo vente y nos lo cuentas ;)
Besos
Pues suena bien lo que cuentas. A mí es lo que pasa con mis sobrinos, que para un rato me encantan, pero eso de saber que la compañía no tendrá fin me agobia un poco...
Disfruta.
Lo vas a consentir demasiado, pero eso, de cuando en cuando, resulta de lo más satisfactorio, así que acoqui
Un abrazo para el (y una foto de ella no estaría mal -es broma-)
Se feliz
Buafff...y tanto que te comprendo. Ahora llego yo y te vas tú. Pásatelo genial y disfruta sobremanera. Desde aquí con admiración se te espera y se te visita. Besos
Aquí se le va a comprender todo, Doña. Eso sí, no me destripe a la pobre Nuera: ya se sabe que nadie es suficientemente bueno para los hijos de uno, pero... dale una oportunidad (a la Paz, que diría Harrison, ése si que si). Y además resulta inadecuadamente convencional para Eulalia, qué coño! :-D
Oye guapina, saca un huequecito. Tu cosita eléctrica mola, pero , monina, dejanos alguna dulzura y algún exabrupto a tus blogueros.
Oye, y cuidadito con la nuera, que te veo un pelín aviesa.
Besotes
O sea......, después de esa descripción y esas ansias mija.... no hay mucho qué decir..., mira que no sólo estás en tu derecho.., sino que también estás en tu deber de aprovechar cada momento con tu hijo!!, de sacárle el jugo a cada día... Y cuando la noviecita lo acapare..., aprovechas de contarnos cómo va la cosa jejejeje
;)
Un besote grande, me alegro que sean días felices para ti.
Soltaire
Entiendo, entiendo... yo, que acabo de volver al "nido" después de tan sólo diez días, y mi madre lleva cuatro que... !!ni que me hubiera ido a la guerra!!
Pero no estaría mal que aprovecharas cualquier huequito, por pequeño que sea, para escribir un rato, ¿vale, guapa?
Besos
Cuidao con la nuera... que igual se la espantas al hijo (si yo te contara..., pero lo hare en privado).-
Y a disfrutar de tu hijo, que la relacion que teneis es un tesoro (te lo digo yo que conozco las hieles y solo las hieles de las relaciones padres - hijos).-
Que buena onda, ojala te la pases super chido :)
¿Qué es un peta?
Besitos
Amados míos:
os quiero y espero que no pase un sólo día sin post. Lo que no me dará tiempo es a visitaros a todos, como he hecho durante el verano.
Chilanga:
un peta es algo que se lía y se fuma y te coloca, hija: un canuto, un porro, y no me sé más sinónimos.
Celos de la nuera no tengo. Lo que tengo es prevención, porque la veo yo como que se piensa que es la única posible para mi hijo, y eso sí que no.
Besos a porrillo (que no es un porro pequeño, Chilanguita. O sí)
que disfrutes mucho de él!!
Amiga que belleza de situaciones, a disfrutar del amor
Un beso!!fde
La casualidad (acaso existe?) hizo que leyera tu post y me animaras a imaginar un mañana así de hermosísimo alguna vez con mis dos grandes ausentes.
Besos Eulalia y gracias.
Gab
Ve y disfruta la familia!...
Yo tambien tengo un ùnico hijo... y todavìa vive conmigo. ( y no tiene novia!)
Un abrazo de Luz
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