LOS PERSONAJES ( II )(1949)
El señor Pepe es el barrendero. Tiene un montón de animales en un corral que está justo frente a mi casa. Los niños que no tenemos animales no podemos entrar, a no ser que vayamos acompañados de otro niño que sí o de un mayor. Por las mañanas hace su ronda por el Barrio de Salamanca y viene con el carro lleno de desperdicios de ricos, pero nosotros somos gente que no nos estamos muriendo de hambre y no tocamos las porquerías aunque nos pique la curiosidad. Cuando llega a nuestra calle da voces y salimos con el cubo a tirar las mondas de patatas y eso; él va sentado al pescante y me recuerda a los conductores de las diligencias de las pelis del oeste que voy a ver con mi madre. Su hijo tiene un año más que yo y le llamamos Papaco porque es tartamudo.
La Toñi y la Amparito son dos hermanas que mantienen a su familia trabajando como extras en las pelis y como figurantes en el teatro. La Toñi es pché, ni guapa ni fea; en cambio, la Amparito es guapísima y ser tan guapa está siendo su perdición, porque se va con todos los que le prometen un papelito en una película. En una de Luis Mariano se la ve vestida de gitana y pone los ojos como las artistas de verdad, pero no habla nada. Mi madre no deja a mis hermanas que sean amigas de la Amparito, porque dice que no lo es por hambre, sino por vicio.
El señor Calefa es odioso. Calefa es una abreviatura de calefactor, no Califa mal pronunciado, como yo creía antes. Cuando me pilla por la escalera se levanta la piel de los párpados y me asusta susurrando que me va a sacar la manteca; yo pego unos chillidos de terror que obligan a salir a la portera y a mi madre; entonces el señor Calefa se vuelve a poner la piel en su sitio y entra en su casa, mientras yo me llevo la bronca a dos voces por gritona, lo cual es una injusticia que hace que le tenga más rabia todavía.
La Señora Ángeles vive en mi pasillo. Dice que es viuda, pero no. El interés de la señora Ángeles radica más en sus hijos que en ella: Luisito quiere ser bailarín, siempre está solo y tiene pinta de rico; Vida es de la edad de mis hermanas y es guapa, pero guapa, con una piel morena y unos rasgos de mulata y una finura y un tipazo que para qué, aunque siempre está como triste; mi madre dice que es porque su madre, aunque la ha retirado un marqués, es de la profesión, nadie me explica de cuál y me dan una colleja si me pongo pesada. Es la única familia en todo el barrio que tiene perro y vive bien aunque ninguno trabaje.
La Toñi y la Amparito son dos hermanas que mantienen a su familia trabajando como extras en las pelis y como figurantes en el teatro. La Toñi es pché, ni guapa ni fea; en cambio, la Amparito es guapísima y ser tan guapa está siendo su perdición, porque se va con todos los que le prometen un papelito en una película. En una de Luis Mariano se la ve vestida de gitana y pone los ojos como las artistas de verdad, pero no habla nada. Mi madre no deja a mis hermanas que sean amigas de la Amparito, porque dice que no lo es por hambre, sino por vicio.
El señor Calefa es odioso. Calefa es una abreviatura de calefactor, no Califa mal pronunciado, como yo creía antes. Cuando me pilla por la escalera se levanta la piel de los párpados y me asusta susurrando que me va a sacar la manteca; yo pego unos chillidos de terror que obligan a salir a la portera y a mi madre; entonces el señor Calefa se vuelve a poner la piel en su sitio y entra en su casa, mientras yo me llevo la bronca a dos voces por gritona, lo cual es una injusticia que hace que le tenga más rabia todavía.
La Señora Ángeles vive en mi pasillo. Dice que es viuda, pero no. El interés de la señora Ángeles radica más en sus hijos que en ella: Luisito quiere ser bailarín, siempre está solo y tiene pinta de rico; Vida es de la edad de mis hermanas y es guapa, pero guapa, con una piel morena y unos rasgos de mulata y una finura y un tipazo que para qué, aunque siempre está como triste; mi madre dice que es porque su madre, aunque la ha retirado un marqués, es de la profesión, nadie me explica de cuál y me dan una colleja si me pongo pesada. Es la única familia en todo el barrio que tiene perro y vive bien aunque ninguno trabaje.
36 Comments:
Dios... desde luego ese vecindario tiene mil flancos, qué maravilla. Tienes todos los personajes para hacer una novela fantástica. Que coño, qué novela. Vivir, no más. Keep on, go ahead, Querida.
Hans,
Es un filón, desde luego, pero ya Cela (que no me caía bien como persona, por cierto) escribió "La Colmena".
A mi me divierte recrear mi infancia, y si a vosotros os hace gracia...¡Miel sobre hojuelas!
Un beso
Me pregunto si todo esto es un prólogo que evolucionará en una historia. Aunque más bien parece un catálogo costumbrista.
A mi me resulta interesante... imagínate tú como acabarán algunas historias... sigue please!!!!
Pow,
Eso mismo me pregunto yo.
En realidad, la historia, o bien son los propios personajes, o bien la conocemos todos... Ay, hijo, yo qué sé, voy poniendo lo que me sale.
Un beso.
Ros,
siempre he pensado que las historias que no terminan con la muerte del protagonista son tramposas, porque me quedan preguntas colgando: ¿qué pasa con los amantes después de casarse, qué ocurrió tras el regreso del viajero, qué hizo el bueno cuando encontró el tesoro...?
Así que no pretendo contar la historia de la gente de mi barrio sino, como ya dije, abrir el álbum de fotos y comentarlas para vosotros...
Saldrán a relucir pequeñas anécdotas, pero no esperes una crónica al uso... Bueno, no sé: a lo mejor sí.
Un beso.
Es cierto....no sé pq pero hay un perfil de familia que notas que han prosperado, como dicen ellos, en cuanto se compran un perro.
Y ahora, una especie de adosado con dos metros de jardín...
Viuda,
va a ser verdad lo de la crónica costumbrista.
Escribo un día lo que publico al siguiente, y no me da tiempo a reflexionar sobre ello; de hecho, estoy segura de que en mi barrio vivían personajes más interesantes, pero no tengo la foto en mi álbum, no me dejaron huella...
ya ya, espero algo tipo peli coral robert altman... vidas cruzadas y demás...
Ros,
insisto en que esto es lo que es y no se puede esperar más, ya que se trata de personajes secundarios, los que nunca protagonizaron nada ni ofrecieron más resistencia que el deseo de permanecer.
Son los Olvidados de Buñuel, si se trata de buscar símiles cinematográficos, y salvando la infinita distancia artística.
Un beso.
A ese barrio le falta un borracho indigente, de esos que asustan a los críos.
Alicia,
pues fíjate que no recuerdo a ninguno en especial; debe ser porque todos bebían un poco más de la cuenta y todos eran un poco indigentes, aunque cada uno tenía su casa y su familia, por lo que puedo recordar.
Había un epiléptico a quien le sobrevenían los ataques en plena calle y echaba espuma por la boca, y una mendiga que venía de vez en cuando, y el afilador y el restañador y los saltimbanquis con la cabra y la escalera y los vendedores de majuelas o paloluz, pero el asustaniños era el hombre del saco o el sacamantecas, personajes inventados que las madres manejaban con una soltura casi indecente para conseguir que no trascendiéramos los límites del barrio sin su compañía (pasábamos tanto tiempo en la calle que era imposible controlarnos físicamente, de modo que echaban mano del imaginario más truculento para conseguir nuestra obediencia).
Un beso
me está encantando tu historia...
Veo un primer plano de los ojos oscuros de Vida que siempre está como triste, en una peli, y de verdad es estremecedor.
Las hermanas figurantes en el teatro también prometen mucho.
Me encanta ese no saber, de Eulalia niña, esas preguntas que nadie quiere contestarte, y que respetes esos secretos, aunque ahora los comprendas, que conserves en el relato esa otra mirada.
Un abrazo!
Azena,
gracias. Me siento tan insegura contando este "reality on de rocks"
que en cada post me paso un día entero pensando si publicarlo o no.
Un beso.
Roxi,
No sé que me está pasando con este sacar a relucir mis cuatro/cinco años. Los veo entonces y sólo entonces, y sé perfectamente quién era yo como testigo.
Dije que daría un capítulo o dos por semana, pero ahora resulta que estoy como poseída, y cuando me siento a escribir sólo me apetece regresar al barrio de entonces. Una cosa muy rara, de verdad.
Un beso.
No deja de sorprenderme que puedas recordar tu infancia con tanto detalle. Yo no guardo en mi memoria más que unas pocas e insulsas anécdotas.
Quizá sea porque los tuyos eran otros tiempos.
Tipo de la brocha,
siempre he tenido una memoria emocional excelente, de modo que me acuerdo muy bien de ciertas personas y de otras tengo muy vaga idea, dependiendo de la importancia que tuvieran en mi vida en un determinado momento, pero si me preguntas que fue de todos ellos no podría contestarte.
... Así que no esperes que les siga la pista, porque lo que me apetece es revivir aquel año.
Eulalia, la historia es buena, te dedicas a plasmar tus imágenes acompañadas de las sensaciones que las acompañan, y se te está dando muy bien, porque hay sinceridad e incluso un punto de ingenuidad infantil en estos primeros textos. Te animo a seguir escribiendo, me gusta mucho. Besos.
Maik,
estoy empezando a dudar: yo creía que esto era la historia de los sin historia, ahora que todos quieren ver que sólo hubo vencedores y vencidos...
Estoy hecha un pequeño lío.
Necesito de vuestros comentarios.
Un beso.
Es exactamente lo que dices, un álbum de fotos y tú explicándolo, con todos esos detalles que sólo pueden pertenecer a aquellos años. Con toda su historia. Estoy oyendo a mi madre cuando te leo.
Me encanta.
"No lo es por hambre, sino por vicio" --> qué buena la frase y qué buena tu señora madre!
Me ha gustado este retrato que has hecho de las gentes. Es fresco y tiene gracia.
El señor Calefa es un poco sádico, no??? Yo hacía eso de los ojos, pero cuando era un crío.
Saludos!
Para, creo que...
Gracias mil.
Esto de escribir es un vicio, también.
No sé si mi señora madre aprobaría lo que yo estoy haciendo, porque una cosa es cotillear a la puerta de la tienda o en el pasillo, y muy otra lanzar tu intimidad a la buena de Dios.
Qué se le va a hacer.
Un beso.
Me he enganchado a la serie. ¿seguirás?
Suri Kata,
Me alegro, me alegro que te guste tal cual. No sabría hacerlo de otro modo...
Un beso
Aunque con algunos años menos, yo he vivido ese Madrid de antes, cuando la gente era más gente, porque no teníamos nada y casi todo lo compartíamos. La familia era de puertas para dentro pero también para afuera, que vivíamos en la calle y nuestras vecinas y vecinos eran nuestras tías, tíos, cuidadores, educadores, espías, chivatos...
Me gusta mucho que cuentes estas cosas. El engancharte a la memoria de evocación es muy satisfactorio, a mí me ha pasado alguna vez lo mismo.
Un beso del del 4º interior derecha.
Lula,
claro que seguiré, al aire de lo que se me ocurra, pero voy a ceñirme al año '49: es un modo de disciplinar los recuerdos.
... Pero sólo mientras os apetezca a vosotros también.
Un beso.
Papa Pan,
pues fíjate que yo me estoy negando, por principio, a analizar si la gente era o no era de otro modo que ahora, y si podían ser o no podían ser de otro modo a como eran...
En lo que coincido totalmente contigo es en que "los mayores" actuaban para con los niños como un solo bloque, de manera que cada uno tenía toda la autoridad del mundo para con cada niño: no es que hoy los chiquillos hayan "perdido" el respeto, sino que no se les enseña, y no me preguntes cómo ha podido ocurrir, porque no tengo ni idea.
Un beso.
.. yo creo que lo ideal es que saques todo lo que tienes dentro conforme te vaya saliendo y lo sientas porque queda muy fresco y es una gozada leerlo..
.. en otro orden de cosas el post que me comentas trata del amor romántico porque fue así como surgió la pregunta en una noche con gente especial y lo trasladé tal cual al blog xDD..
Quizás es que esté muy del lado de uno de los bandos y lo vea natural, Lula. Besos.
guitarboy,
Eso es lo que he decidido, aunque también puede ocurrir que la propia dinámica del recuerdo me lleve por otros derroteros...
Qué te voy a contar...
Un beso
Maik,
mi vivencia es que no había dos bandos únicamente, sino dos bandos, más una gente a la que se privó de su identidad hasta el punto en que el Franquismo pudo consolidarse y perdurar cuarenta años.
Esos eran estos que recuerdo.
Un beso.
Interesante pupila sobre las cosas más vulgares y garganta de la Callas para relatarlas.
Enhorabuena Eulalia.
Marga, jamía: me abrumas...
Un beso.
Me gustó este relato. La realidad supera la ficción.
Deivid,
este relato no es sino el prólogo de la crónica de mis primeros recuerdos, tan deformados como los de cualquiera...
Un beso.
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