CAMBIO DE TERCIO
Pasan los días y no me siento a escribir.
El blog puede ocupar un tiempo que ahora mismo tengo que medir cuidadosamente. Tampoco la historia de mi matrimonio fluye con la sencillez con que puedo manejar otras historias anteriores; tendría que reflexionar, darle un sentido, encontrar el hilo conductor, y no tengo las ganas. Doy por sentado que terminaré por hacerlo, pero aborrezco sentirme obligada.
La sinopsis no tiene nada de particular:
Regresé de Alemania, Ex terminó la carrera, nos fuimos a vivir a Valladolid para que él hiciera la tesina, abominó de la Universidad, volvimos a Madrid porque tuvo que terminar la mili como soldado raso (estaba en una lista negra), yo acabé ese año, encontramos trabajo como licenciados, fuimos en el verano del 74 al Portugal de Grándola, vila morena y de la Revolución de los claveles y en el 75 a Inglaterra, donde quedé preñada. Murió Franco, me echaron del curro a causa del embarazo, y mi hijo nació fuera de la era del dictador.
Ya está.
Lo próximo que escriba será sobre el deseo (de la mujer del prójimo o del hombre de la prójima, o de cualquier persona, vaya), la infidelidad (la materialización del deseo), y la decepción.
Pero no os prometo nada: ni el cuándo, ni el cómo.
El blog puede ocupar un tiempo que ahora mismo tengo que medir cuidadosamente. Tampoco la historia de mi matrimonio fluye con la sencillez con que puedo manejar otras historias anteriores; tendría que reflexionar, darle un sentido, encontrar el hilo conductor, y no tengo las ganas. Doy por sentado que terminaré por hacerlo, pero aborrezco sentirme obligada.
La sinopsis no tiene nada de particular:
Regresé de Alemania, Ex terminó la carrera, nos fuimos a vivir a Valladolid para que él hiciera la tesina, abominó de la Universidad, volvimos a Madrid porque tuvo que terminar la mili como soldado raso (estaba en una lista negra), yo acabé ese año, encontramos trabajo como licenciados, fuimos en el verano del 74 al Portugal de Grándola, vila morena y de la Revolución de los claveles y en el 75 a Inglaterra, donde quedé preñada. Murió Franco, me echaron del curro a causa del embarazo, y mi hijo nació fuera de la era del dictador.
Ya está.
Lo próximo que escriba será sobre el deseo (de la mujer del prójimo o del hombre de la prójima, o de cualquier persona, vaya), la infidelidad (la materialización del deseo), y la decepción.
Pero no os prometo nada: ni el cuándo, ni el cómo.
9 Comments:
pues ánimo y que sepas que estaremos esperando. esas cuestiones que apuntas son muy interesantes
Tomo la sinopsis como el "avance de una película" con estreno incierto.
Cuando uno se siente obligado a hacer algo, el resultado no es el mismo que si se sienten ganas verdaderas. Te entiendo.
Igual reservo una platea.
Yo te soy fiel.
Un beso.
Esperare(mos). Que vaya todo bien con el hilo
Seguimos esperando noticias y reflexiones, aunque tengamos nuevo nombre. Animo, guapa
Animo Lula, si te sirve de consuelo, yo también me tomé mi tiempo, aunque ahora tengo que regresar ya al blog, que ya toca...
Besitosssssss
Yo tampoco entiendo el blog como una obligación. Es un puro divertimento.
Hola Eulalia! Aunque no nos prometas nada, estaré esperando esa próxima entrada, sobre el deseo.
De todas maneras.
¡Un abrazo!
....vaya hombre!.... Valladolid solo te ha ocupado una línea!.... y yo deseoso de preguntarte por los bares que frecuentabas, si siguen existiendo.... y las gentes, si entonces eran tan estiradas y secas como lo son ahora.... :(
Date un tiempo querida Eulalia.
Un abrazo muy fuerte.
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