1962 COLOFÓN ( III )
En la cervecería sólo me consultó para que yo afirmara. No me molesté en pequeñeces como qué íbamos a picotear. Pidió las raciones más caras: gamba blanca de Huelva cocida y quisquillas.
Él continuaba hablando. A mí las quisquillas y las gambas me vuelven loca. Anoté mentalmente que nunca habíamos tenido posibilidad de hacer aquello entonces, y que quizá por eso. Me enterneció.
Su relato me fascinaba como las mentiras que se inventaba cuarenta años antes. Y me daba cuenta de ello. Peligro. Espera, métele los dedos en la boca y que vomite hasta que se quede vacío. Dale tú algo de carnaza para que pique, pero espera, Lula, que tú eres muy precipitona y aquí hay algo raro.
- Bueno, cuenta.
- Si; pues te llevo buscando mucho tiempo. Quiero que sepas, como prólogo, que nunca me he vuelto a enamorar; que la única mujer de la que he estado enamorado en mi vida has sido tú.
- Ya. Seguro. Después de Toñi - yo misma me sorprendí de recordar aún el odiado nombre -
- ¿Todavía te acuerdas de ella? ¡ Por Dios, Lula, si eso fue una cosa de dos meses, una tontería de adolescente!
- Pues bien que quedabas con ella para consolarla de aquella historia del hijo que le inscribieron en el Registro como hermano suyo.
-- ¡Hombreeeeeeeeeee!, es que aquello fue muy fuerte. Pero amor, lo que se dice amor, sólo lo he sentido una vez. Ni antes, ni después ¡Eras tan dulce, tan sexy, tan guapa, tan inteligente! Si te ponías a dibujar, lo hacías mejor que nadie. Si escribías, daba gusto leerte. Y ¡Aquellos trajes que diseñabas y te hacías tú misma!...
- ¡Mira!, ya me lo podías haber dicho entonces.
- Ya. Lo siento. Quizá tenía contigo un cierto complejo de inferioridad. Muchas veces, a lo largo de estos años, lo he hablado con mi hermana y con Fede, ¿te acuerdas de Fede?
Y de su novia. ¿Se habían casado? Si, y formaban una feliz pareja, aunque él continuaba siendo un tarambana. Ellos también me recordaban con muchísimo cariño. Hay que ver. Ese camino estaba plagado de blandenguerías, de modo que:
- Pero tú te has casado...
- Y no le he sido fiel a mí mujer ni un sólo día. Me dejé cazar: era mi secretaria cuando dirigía una fábrica en Pamplona, la gente empezó a murmurar, dieron por hecho que, mis jefes me hicieron insinuaciones... No me importaba nada, y era bueno para mis posibilidades de ascenso estar casado. Mi madre - que murió el año pasado - la llamó siempre "la Otra".
Sentí lo de su madre. ¿Su hermana? También se había casado, con un imbécil, por cierto.
- Bueno. El caso es que llevo muchos años con un sueño repetitivo: quedo contigo y nos vemos así, como estamos ahora. Tú, claro, tienes el físico de entonces, aunque, todo hay que decirlo, ahora tampoco estás nada mal, pero tu sonrisa ya no es tan dulce... Sigo con el sueño: hablamos, nos contamos y luego me das un beso en la mejilla y te vas. Entonces me despierto húmedo de sudor y sollozando porque te has ido. A veces es tan vívido que la angustia me paraliza. Y en los últimos meses la frecuencia ya se ha hecho insoportable.
Por Freud. No creía capaz a nadie de tamaño invento para justificar una simple cita, pero siempre fue buen actor. Me dejé arrastrar por mi afición a las historias fantásticas: nada malo podía haber en creérmelo durante un par de horas, teniendo en cuenta que la línea de amargura de su boca, ya de por sí evidente, se intensificaba en cada pausa y que el temblor de sus manos se había trasladado a su voz. Para mí que, efectivamente, estaba algo trastornado; debería pensar en ello antes de llegar a casa.
Cerraron la cervecería y nos fuimos hacia Barceló. En ese momento llamó Andrés, y Fidel se retiró unos pasos, suficientes como para escuchar sin parecer grosero. Les dije a ambos al tiempo que me apetecía ir a bailar: una maldad mía, lo sé.
Mientras andábamos buscando un bareto con música donde tomar la última copa y echar unas piezas,le conté algo de mi vida. No parecía interesarle mucho, como si todo lo que le fuera a decir ya lo supiera. Nos metimos en un antro: sonaba una bachata y a mí las bachatas me hacen olvidar cualquier cosa de la que deba acordarme.
Él continuaba hablando. A mí las quisquillas y las gambas me vuelven loca. Anoté mentalmente que nunca habíamos tenido posibilidad de hacer aquello entonces, y que quizá por eso. Me enterneció.
Su relato me fascinaba como las mentiras que se inventaba cuarenta años antes. Y me daba cuenta de ello. Peligro. Espera, métele los dedos en la boca y que vomite hasta que se quede vacío. Dale tú algo de carnaza para que pique, pero espera, Lula, que tú eres muy precipitona y aquí hay algo raro.
- Bueno, cuenta.
- Si; pues te llevo buscando mucho tiempo. Quiero que sepas, como prólogo, que nunca me he vuelto a enamorar; que la única mujer de la que he estado enamorado en mi vida has sido tú.
- Ya. Seguro. Después de Toñi - yo misma me sorprendí de recordar aún el odiado nombre -
- ¿Todavía te acuerdas de ella? ¡ Por Dios, Lula, si eso fue una cosa de dos meses, una tontería de adolescente!
- Pues bien que quedabas con ella para consolarla de aquella historia del hijo que le inscribieron en el Registro como hermano suyo.
-- ¡Hombreeeeeeeeeee!, es que aquello fue muy fuerte. Pero amor, lo que se dice amor, sólo lo he sentido una vez. Ni antes, ni después ¡Eras tan dulce, tan sexy, tan guapa, tan inteligente! Si te ponías a dibujar, lo hacías mejor que nadie. Si escribías, daba gusto leerte. Y ¡Aquellos trajes que diseñabas y te hacías tú misma!...
- ¡Mira!, ya me lo podías haber dicho entonces.
- Ya. Lo siento. Quizá tenía contigo un cierto complejo de inferioridad. Muchas veces, a lo largo de estos años, lo he hablado con mi hermana y con Fede, ¿te acuerdas de Fede?
Y de su novia. ¿Se habían casado? Si, y formaban una feliz pareja, aunque él continuaba siendo un tarambana. Ellos también me recordaban con muchísimo cariño. Hay que ver. Ese camino estaba plagado de blandenguerías, de modo que:
- Pero tú te has casado...
- Y no le he sido fiel a mí mujer ni un sólo día. Me dejé cazar: era mi secretaria cuando dirigía una fábrica en Pamplona, la gente empezó a murmurar, dieron por hecho que, mis jefes me hicieron insinuaciones... No me importaba nada, y era bueno para mis posibilidades de ascenso estar casado. Mi madre - que murió el año pasado - la llamó siempre "la Otra".
Sentí lo de su madre. ¿Su hermana? También se había casado, con un imbécil, por cierto.
- Bueno. El caso es que llevo muchos años con un sueño repetitivo: quedo contigo y nos vemos así, como estamos ahora. Tú, claro, tienes el físico de entonces, aunque, todo hay que decirlo, ahora tampoco estás nada mal, pero tu sonrisa ya no es tan dulce... Sigo con el sueño: hablamos, nos contamos y luego me das un beso en la mejilla y te vas. Entonces me despierto húmedo de sudor y sollozando porque te has ido. A veces es tan vívido que la angustia me paraliza. Y en los últimos meses la frecuencia ya se ha hecho insoportable.
Por Freud. No creía capaz a nadie de tamaño invento para justificar una simple cita, pero siempre fue buen actor. Me dejé arrastrar por mi afición a las historias fantásticas: nada malo podía haber en creérmelo durante un par de horas, teniendo en cuenta que la línea de amargura de su boca, ya de por sí evidente, se intensificaba en cada pausa y que el temblor de sus manos se había trasladado a su voz. Para mí que, efectivamente, estaba algo trastornado; debería pensar en ello antes de llegar a casa.
Cerraron la cervecería y nos fuimos hacia Barceló. En ese momento llamó Andrés, y Fidel se retiró unos pasos, suficientes como para escuchar sin parecer grosero. Les dije a ambos al tiempo que me apetecía ir a bailar: una maldad mía, lo sé.
Mientras andábamos buscando un bareto con música donde tomar la última copa y echar unas piezas,le conté algo de mi vida. No parecía interesarle mucho, como si todo lo que le fuera a decir ya lo supiera. Nos metimos en un antro: sonaba una bachata y a mí las bachatas me hacen olvidar cualquier cosa de la que deba acordarme.
33 Comments:
Hace un par de meses me ocurrió algo parecido. Yo interpretaba el papel de Fidel aunque algo modernizado, ya sabes. Ella ha sido la única mujer de la que he estado enamorado. Y eso que no me gusta nada y que nos caemos bastante mal. Pero supongo que esos detalles no significan nada para el amor. El caso es que ahora ella está casada y tiene una niña de un par de años.
Estoy seguro de que huyó pensando que se me había ido la pinza por completo. El "por completo" es porque en anteriores episodios ya había llegado a la conclusión de que se me iba la piza "en ocasiones".
Me recuerda mucho este encuentro al tuyo. Aunque el final me lo imagino bastante dispar.
(piza, la segunda, es pinza, claro)
Bueno, estoy segura de que no fue para tanto; y el revival por parte de el... que penoso; yo no habria quedado ni loca, pero es que la empatia y la piedad no la traia de serie...
POW,
Los reencuentros abren la puerta a todo tipo de situaciones y posibilidades. Yo no lo busqué, está claro, pero tampoco quise evitarlo, y luego...
En fin: hemos quedado en que no iba a abreviar.
Un beso.
Interesante, ¿seguro que era un buen actor? ¿Te estaba gorroneando? ¿A que es verdad que sigues estando arrebatadora? Siento cierta debilidad por los personajes penosos. Solidaridad con los iguales, supongo. Animo Pow.
Eulalia, sigue contando, estoy impaciente.
Besos
PD: tu estilo es inigualable. ¿Cuándo colgarás algún dibujo?
TOXCATL,
Espera a tener mi edad: Fidel es tan inteligente como para no haberse aventurado durante muchos años...
Un beso.
Vaya Lula, me has prestado los ojos amiga, qué escena más viva. He leído los post anteriores para documentarme, no creas. La situación es única, aunque algo irreal. Tengo una experiencia similar aunque no comparable, y convengo en decir que segundas partes rara vez han sido buenas. Muchos besos guapa!
¿Le gusta jugar con fuego?
PROPAGANDHI,
Es buen actor, desde luego, hasta un punto admirable. A veces, se cree sus propias interpretaciones.
Y nada de gorroneo: la cena, las copas, el café en el Comercial, todo lo pagó él, al estilo antiguo.
Y, amigo: imagina cuánto de arrebatadora puede estar una funcionaria de sesenta y dos primaveras con cuatro centímetros de tacón, pelo muy corto - sin canas, eso sí - y 1,62 de estatura.
Y adoro las referencias positivas a mi estilo: mil gracias.
Un besuco.
MAIK,
no invento, sólo selecciono. Lo irreal no es la situación, sino quizá mi incapacidad para transmitir en cada post el significado que pretendo darle.
Un beso, y bienvenido cada vez que quieras pasarte por aquí, mi chico.
No sabía que dibujaras. Muestra tu arte, Eulalia.
AlICIA,
ese pronombre con el que comienzas tu pregunta me hace dudar: ¿A él? ¿A mí?
(Jugar es lo único serio que se puede hacer en esta vida, si la apuesta eres tú misma, y creo que estoy parafraseando a alguien, pero queda profundo, ¿verdad?) :DD
Un beso.
TIPO DE LA BROCHA,
Hace siglos que no dibujo, salvo algún garabato cuando las reuniones de trabajo se alargan demasiado y no puedo intervenir para decir que lo que se está diciendo me parece repetitivo, estúpido o reaccionario.
Quizá, cuando me jubile...
Un beso.
Eulalia;
Yo no hubiera creido que él estuviera inventandose nada, seguramente por desconocimiento del personaje y por conveniencia,pero debe de ser estupendo que le digan a una esas cosas aunque sepa en el fondo que es irreal ¿no?.
En cuanto a lo del seudónimo, estoy en ello.Gracias.
USUARIO ANÓNIMO,
Siempre es estupendo que le digan a una cosas chachis, y yo creo haber adquirido cierta habilidad para ello.
El asunto es que ni siempre te dicen exactamente lo que quieres oir, ni lo que oyes te lo suele decir quien a tí te hubiera gustado que lo hiciera.
Bueno, eso.
Un besín
Una prueba de que no es cierto que cualquiera tiempo pasado fue mejor. Fidel es de ese tipo de personas que quieren haciendo sufrir. Me ha parecido patético. Hiciste muy bien alejándolo de tu vida y un poco mal marchándote a bailar con él.
ya sé que dije que quería detalles... ahora me estoy comiendo las uñas por enterarme de toda la historia... ;-)
me reafirmo. tómate tu tiempo. me encanta leerte :-)
yo soy tan buena actuando que muchas veces me lo creo yo misma... y despues me confundo, porque me olvido si fue una actuacion o si estaba interpretando la verdad... y lo peor de todo es que nadie, pero nadie se da cuenta cuando hago de cuenta... y despues, la veces que no me creo, me pregunto porque estafo... y a menudo llego a la conclusion de que lo hago solo por el simple hecho de que puedo... oh mi dios... que mala persona
Queridísima Eulalia:
Lo que no le perdono al tío ese es cuando dice "pero tu sonrisa ya no es tan dulce".
Todo lo demás, pase.
Tuyo,
Eleuterio.
Jeje, el comentario de lula towanda regañándote un poco, con ese avatar, es buenísimo.
A mí me parece que tú llevabas bien la batuta, viéndolas venir y dejándote querer. Por encima del bien y del mal.
LULA,
Yo ese día me emborraché de soberbia, y en ese estado es difícil actuar con sensatez.
(la borrachera no la indujo él, sólo l provocó)
Un beso.
Azena,
muchas gracias. Me resulta muy difícil hacer un resumen que recoja todo y al mismo tiempo no sea demasiado prolijo, poero lo intento.
Un beso.
CASSIOPEIA,
el fondo del asunto es si haces daño a otros.
Porque todos, de un modo u otro, creamos personajes que andan por nuestro interior pidiendo una oportunidad, y dejarlos actuar de vez en cuando casi es obligatorio...
Un beso.
CÓNSUL,
Le pedí al camarero que por favor, me diera un vaso de agua, y entonces Fidel me dijo que me había reconocido la antigua sonrisa.
Ahora tengo un registro de gestos más amplio, y los utilizo de otro modo.
Un beso.
SURI KATA
¡Verdad, verdad, verdad! No había caído. :DDDD
Las dos tenéis razón.
Me apetecía ser un poquito malota.
Nada que perder.
Un beso.
ROQUE,
Jopé, ya pregunté a la audiencia, y la audiencia decidió que un culebrón es un culebrón.
No te enfades, sol mío.
Un beso chiquitín.
Mi admiración por Andrés es plena. ¿Qué opina él de todo esto? ¿o quizá Fidel ya ha vuelto a ser pasado? Bueno, siga, y no se queme.
Yo no se bailar bachatas, tendré que aprender con caracter de urgencia.
Un beso.
Me tienes en ascuas queriendo saber ya qué pasó en ese reencuentro después de tanto tiempo.
Yo sigo deseando cruzarme algún día con mis viejos amores, supongo que porque no puedo evitar ser una sentimental de las que guardan todos los afectos, aunque ya no signifiquen más que pasado.
Mmm esta historia promete... Y que peligro tienen las bachatas, vaya que sí.
Este Fidel, no es por nada, pero se fija demasiado en el físico y poco en la persona. Y teniendo en cuenta que los años han pasado para él también... ¡Hombressss! grrrrrrr....
Por cierto, Lula, ¿te puedo llamar así? decirte que coincides en nombre con mi gatita, pero no vayas a ofenderte, porque yo la adoro. Supongo que es un abreviativo de tu nombre Eulalia.
Bueno, besitos, y sigue por dios que me muero de ganas de saber donde os llevaron las bachatas
GAVANIDO,
La bachata es imprescindible.
Todo lo demás es literatura.
Un beso.
ISTHAR,
no soy persona que despache los asuntos importantes de un plumazo: los matices son siempre lo más importante, y en una primera entrevista no me suelo fiar de mí misma, aunque me haga una composición de lugar aproximada. La cosa no terminó ese día, corazón.
Un beso.
ESTHER 4H,
mira, Fidel quería encontrarse con la Lula de entonces, y no la veía por ningún lado, como es natural.
Por lo demás, si el presidente de Brasil no te escribe conminándote a que cambies el nombre de tu gata, no veo por qué yo he de sentirme aludida. :DD
Un beso.
Creo que lo del complejo de infgerioridad es la clave. a ver como sigue esta historia.
Me resulta tan increíble, pero sé que es verdad. Y además cómo lo cuentas ...
abrazo!
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