1962 COLOFÓN ( II )
Estaba esperándome con una rosa roja en la mano y un enorme paquete bajo el brazo. Al abrazarnos y ya en la mesa, mientras yo desenvolvía el regalo que me entregó, temblaba de tal manera que le diagnostiqué imprudente un Párkingson avanzado.
El envoltorio contenía el libro de arte más caro que había encontrado en Crisol, supongo. Me pareció demasiado pomposo para la ocasión, pensamiento que arrinconé de inmediato en mi sarcástica cocotera: no iba a empezar con mis tiquismiquis de siempre.
Sus primeras palabras fueron, más o menos:
- Venía pidiendo a Dios que no hubieras engordado. Menos mal, jeje. - pausa temblona y mirada a sus zapatos - Bueno, lo primero que quiero decirte es que me perdones por todo lo que te hice pasar, y no me interumpas, que lo traigo aprendido y me despisto. En aquellos años vivía a base de anfetaminas para poder trabajar, sacar la carrera lo antes posible, estar contigo, leer... Las pastillas me destrozaron el sistema nervioso y desde entonces padezco insomnio, no duermo más de tres o cuatro horas al día, ni siquiera con somníferos. Achácale mis salidas de tono a que realmente estaba siempre espiditado.
Le dije algo así como que todos teníamos problemas en aquella época y no tenía que disculparse por nada, pero sobre todo le miraba hablar: había envejecido, claro, y de una manera como descompensada: el cabello ralo, tripita aunque no estaba grueso, los rasgos de su cara se habían descolgado sin demasiadas arrugas y la mirada se le había apagado.
- Llevo meses intentando localizarte por Internet. Una vez ví a tu cuñado y me dijo que vivías en Barcelona, que estabas casada y tenías un hijo. He llegado a ponerte un anuncio en la Vanguardia, mira - Me sacó un viejo recorte de periódico de una carpeta en la que hasta ese momento no me había fijado - Tengo cientos de referencias con tu nombre y apellidos. Incluso una vez pensé que habías muerto, por una noticia que apareció en un diario de Venezuela. En fin...
Volví a interrumpirle para declarar mi incredulidad: no era posible tanta noticia referida a una persona tan insignificante. Estoy en alguna web de los tiempos de mis veleidades políticas, y por mi trabajo aparezco en algunas otras, pero no llegará a dos docenas. El resto pertenecía a homónimas mucho más importantes que yo, seguro.
- Ya, ya, - me contestó - luego he tenido que hacer la selección, a partir de los pocos datos de los que disponía. Sé cuál es tu sindicato, cuál es tu partido, la dirección de tu oficina... Te ha cambiado mucho la voz.
Y todo lo demás, mira éste, pensé. No me dejaba meter baza. Me contó que llevaba casado desde el 69, que tenía dos hijos, que su matrimonio fue desde el principio sin amor por su parte, y gracias a eso estaba durando. Que desde que yo le había dejado se había dedicado a follarse a todo lo que se movía. Pues, qué bien.
- Vale, pero, ¿por qué me has buscado ahora precisamente, y no hace veinte, o diez años, por ejemplo?
- Ahora te lo cuento, pero primero vamos a cenar, si puedes.
- Puedo.
- No he reservado en ningún restaurante.
- No tengo mucha hambre, prefiero picar.
- Entonces vamos andando hasta la Cervecería Santa Bárbara, si te parece.
- Me parece.
Me cogió del brazo para salir. Fuera, fuí yo quien se colgó del suyo: era Fidel.
El envoltorio contenía el libro de arte más caro que había encontrado en Crisol, supongo. Me pareció demasiado pomposo para la ocasión, pensamiento que arrinconé de inmediato en mi sarcástica cocotera: no iba a empezar con mis tiquismiquis de siempre.
Sus primeras palabras fueron, más o menos:
- Venía pidiendo a Dios que no hubieras engordado. Menos mal, jeje. - pausa temblona y mirada a sus zapatos - Bueno, lo primero que quiero decirte es que me perdones por todo lo que te hice pasar, y no me interumpas, que lo traigo aprendido y me despisto. En aquellos años vivía a base de anfetaminas para poder trabajar, sacar la carrera lo antes posible, estar contigo, leer... Las pastillas me destrozaron el sistema nervioso y desde entonces padezco insomnio, no duermo más de tres o cuatro horas al día, ni siquiera con somníferos. Achácale mis salidas de tono a que realmente estaba siempre espiditado.
Le dije algo así como que todos teníamos problemas en aquella época y no tenía que disculparse por nada, pero sobre todo le miraba hablar: había envejecido, claro, y de una manera como descompensada: el cabello ralo, tripita aunque no estaba grueso, los rasgos de su cara se habían descolgado sin demasiadas arrugas y la mirada se le había apagado.
- Llevo meses intentando localizarte por Internet. Una vez ví a tu cuñado y me dijo que vivías en Barcelona, que estabas casada y tenías un hijo. He llegado a ponerte un anuncio en la Vanguardia, mira - Me sacó un viejo recorte de periódico de una carpeta en la que hasta ese momento no me había fijado - Tengo cientos de referencias con tu nombre y apellidos. Incluso una vez pensé que habías muerto, por una noticia que apareció en un diario de Venezuela. En fin...
Volví a interrumpirle para declarar mi incredulidad: no era posible tanta noticia referida a una persona tan insignificante. Estoy en alguna web de los tiempos de mis veleidades políticas, y por mi trabajo aparezco en algunas otras, pero no llegará a dos docenas. El resto pertenecía a homónimas mucho más importantes que yo, seguro.
- Ya, ya, - me contestó - luego he tenido que hacer la selección, a partir de los pocos datos de los que disponía. Sé cuál es tu sindicato, cuál es tu partido, la dirección de tu oficina... Te ha cambiado mucho la voz.
Y todo lo demás, mira éste, pensé. No me dejaba meter baza. Me contó que llevaba casado desde el 69, que tenía dos hijos, que su matrimonio fue desde el principio sin amor por su parte, y gracias a eso estaba durando. Que desde que yo le había dejado se había dedicado a follarse a todo lo que se movía. Pues, qué bien.
- Vale, pero, ¿por qué me has buscado ahora precisamente, y no hace veinte, o diez años, por ejemplo?
- Ahora te lo cuento, pero primero vamos a cenar, si puedes.
- Puedo.
- No he reservado en ningún restaurante.
- No tengo mucha hambre, prefiero picar.
- Entonces vamos andando hasta la Cervecería Santa Bárbara, si te parece.
- Me parece.
Me cogió del brazo para salir. Fuera, fuí yo quien se colgó del suyo: era Fidel.
34 Comments:
Estimadísima Eulalia:
Por lo que voy viendo, mucho motivo para tener celos Andrés no tenía. Me llama la atención el empeño que Fidel puso en encontrarte; un poco obstinado, me parece.
Hace algunos lustros acometí empresa similar, hasta que un pariente de aquella a quien buscaba, me telefoneó y me habló con rudeza: que ella no quería verme y que si seguía haciendo averiguaciones, me las vería con la policía. Tal cual.
Tuyo,
Eleuterio.
A mí nadie nunca me buscó de tal forma, y me parece injusto, porque si que hay alguna persona que me gustaría que me buscase. Al menos siéntase orgullosa de ello por los que no lo podemos estar. Y por favor cuide a su Andrés y termine esta historia.
Beso.
Desde luego empleó su tiempo en buscarte. Te sentirás halagada..al menos sorprendida...
Un beso, Eulalia
El tema es de película. Reunidos tras cuarenta años... Qué fuerte, ¿no?, y perdóneseme la expresión.
Me gusta mucho, tiene un toque de sueño perdido. Café Comercial...que recuerdos que me trae.
Saludos.
Mira qué perillán, mucha pureza, le deja usted y el tío se pone a follar como si en ello le fuera la vida. Para darle un botellazo, oiga.
Yo quiero que me busquen, también... siempre tengo fantasías de este tipo.
Te estaba buscando porque quería contarte lo que habías supuesto para él. Porque quería explicarte que estaba arrepentido de aquel pasado y mostrate que ahora era un mejor "partido". Te estaba buscando porque quería verte. Y, aunque no te lo dijo, te estaba buscando porque esperaba que de aquella chispa, si es que alguna vez la hubo, aún quedase algún rescoldo. Aunque confiaba en que ese rescoldo no le proporcionase un devastador incencido, sino tal vez solo una efímera y confortable hoguera.
(O tal vez no, pero esa es ahora la historia a mi cabeza)
Da que pensar la vuelta del individuo este, el tal FIdel. Yo apostaría a que el huevo quiere sal, vamos, sin dedicarle al asunto demasiado tiempo.
Lo que si es cierto que el hombre a mi entender debe estar algo flojo de mollera, si ha coleccionado recortes de periódico de personas con los mismo nombres y apellidos que tu, simplemente para despues realizar descarte.
Me he permitido estas especulaciones, pues entiendo que es lo que se pretende con estas historias por entregas.
Terriblemente enganchado como buen ser humano del siglo XXI, espero con impaciencia la próxima entrega de este "asuntillo".
Y ademas me pregunto...
¿Se convertirán los antiguos relatos por entregas de los periodicos, en blogs de historias personales, reales o no, tambien por entregas y con feedback incluído?
¿Podría Fidel leer esto? ¿Le importaría? ¿Te importaria a ti? ¿Importaría en tu entorno? ¿Debo de ser menos impaciente y no adelantarme a los acontecimientos como un Sherlock Holmes -más bien Watson- cualquiera? ¿quienes somos? ¿que jacemos aquí? ¿me tocará la lotería? etc.
¡Uffff! ¡Que cuadro el de ese día, imagino! Besote salerosa.
Dado que me parece fatal de los fatales quedarme con el intringulis me voy a dedicar a hacer comentarios frívolos y sin importancia
No conozco tíos más gilipollas que los camareros del Comercial. ¿Es que lo ponen en los requisitos de contratación?. Solo le ganan los del Gijon, pero claro es que esos directamente son genocidas de las buenas maneras
Que buenas, pero que buenas están las gambas del Santa Barbará. Caras, si, pero muy icas.
En cuanto al resto expectante quedo. Que te tiene que contar
En fin. ME estoy volviendo cotilla con los años
Comeré pipas
Se feliz
Al igual que el mago (el debería saber el final, ¿si no qué clase de mago es?) estoy en ascuas por saber los propósitos de Fidel.
A TODOS:
Hoy, 14 de noviembre, que no ha sido un día especialmente alegre en mi vida personal, tengo que daros las gracias por lo que me habéis hecho reir, pensar y darme besitos a mí misma con vuestros comentarios.
Y, ahora, uno por uno.
CÓNSUL,
amigo mío, quizá usted no tuviera entonces a mano esta tremenda herramienta que es internet, de lo contrario supongo que esa pariente no hubiera tenido ocasión de hacer sus admoniciones.
De todos modos, también los españoles somos muy dados a amenazar con avisar a la policía a la menor...
Un beso.
GAVANIDO:
De las resultas, estuve varias semanas sin poder meter mi ego en el autobús, no le digo más.
Por lo demás, con seguridad la historia será contada como se merece, dentro de mis posibilidades.
VALERIA.
Los hay que se leen las Confesiones de San Agustín veinte veces... :DD
Un beso.
TIPO DE LA BROCHA,
a mí me parecía de lo más divertido, romántico y excitante, como las pelis de jolibú de los años 70... (y lo digo en serio)
Un beso.
goathemala,
De sueño sí que iba, y no digo más: si te apuntas a la crónica... :)
Un besito.
Alicia: es que ya le daba lo mismo todo, y no le importaba ir al infierno, pobrecillo.
(Y luego me dirán que soy yo la que cuenta historias...)
Julia,
Pues mira a ver, hija, que igual te están buscando por ahí y te pillan con la mascarilla p'al cutis puesta. :DDD
Ya ves, tanto tiempo y yo en la inopia.
Un beso.
POW,
O tal vez había hecho una apuesta con un amigo de aquellos tiempos.
Se admiten hipótesis. :)
Un beso.
CHICHARRERO:
Puntualizo: el recorte era de un anuncio QUE HABÍA PUESTO ÉL para intentar encontrarme. No hay color.
Y de todo lo demás, no diré ni pío hasta que llegue el momento.
Y esto, no te quepa la menor duda, es una biografía por entregas adaptada al formato bitácora, (y cuyas reglas acabaré descubriendo si esto se alarga lo suficiente).
Un beso.
MANOLOTEl
Fidel podría localizar esto de pura chamba, y lo dudo. A mí, plim. A mi entorno se la traería flojísima, incluído mi hijo, que se sabe mi vida de pe a pa. Todo lo demás déjalo en manos del tiempo, pero con lo de la lotería procura comprar un décimo por lo menos.
Y UN BESITO, MANOLOTE, Y UN BESITO.
MAGO
Suscribo los tres primeros párrafos.
Agradezco el resto, también a carcajada limpia (como los anteriores)
(Cuando tengas unas poquitas peladas me las pasas).
Un beso.
LULA,
Jamía.
El mago se lo sabe todo, y eso lo dice para animarme; por escrito lo disimula muy bien, pero yo ya me he dado cuenta de que es buena persona... :)
Un beso.
uy... estoy ansiosa por saber como sigue!
yo creo que fidel talvez, en el reencuentro, buscaba recuperar un poco de lo que fue cuando era parte de ustedes... capaz buscaba en tus ojos, lo que habian perdido los suyos... puede ser que pensaba que tu memoria de el iba a reencender su juventud?
Esto es la bomba, maaas, maaas....
CASSIOPEIA,
¿Tú has entendido alguna vez por qué hace algo alguien? De verdad, digo. Yo, no. A veces hasta comprendo el idioma, las palabras, las frases, e incluso puedo intentar ponerme en su lugar. Las motivaciones últimas, digan lo que digan, se me escapan.
Debe ser que, en el fondo, creo que ni siquiera sé por qué hago yo lo que hago; de ahí que descrea de lo que pienso de los demás. :)
Vamos, que: ni idea.
Marga:
Se me escapan cosas. Tengo que ir afinando.
Roque:
de perversa, nada: aprendiza de escritora de culebrones, si acaso :)
Eulalia; estoy de acuerdo con otro contertulio que admite le gustaría ser buscado de esa manera, debe de sentirse muy alagada.En verdad es muy hermoso que alguien se interese así por otra persona.
Yo también deseo que me busquen, aunque cada vez mis esperanzas son menores.Enhorabuena por su blog.
USUARIO ANÓNIMO,
(permíteme una sugerencia: puedes ponerte un seudónimo sin necesidad de abrir un blog. Es que me lío con tantos que sois mucho más tímidos que yo).
En cuanto a la búsqueda obsesiva, hay muchos modos de enfocar el asunto, y no pretendo ser humilde: creo que el centro de la historia no soy yo, sino Fidel y sus problemas consigo mismo, de modo que no me siento tan halagada como en principio pudiera pensarse que debería.
Buff, No sé si he sentido escalofríos o ternura o ambas cosas.
Me asusta la idea de que uno de mis fantasmas decida volver a mi vida y revolverla otra vez. Y al tiempo reconozco que en algunos casos, hasta me gustaría...
Y sin embargo lo hacen, aunque no hace tanto que se fueron de mi vida. Y me hacen pensar en lo que pudo ser... Fantasmas, siempre aparecen cuando menos se les espera.
Besitossss
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