Memoria histórica (con minúsculas)
Me llenó la cabeza de películas, radios de galena, teléfonos blancos de dos piezas, coches que arrancaban a manivela, transatlánticos, tías histéricas y platónicamente incestuosas, estolas de piel de zorro y sombreros de fieltro y jipi-japa; de la belle epoque de un Buenos Aires de champán y noches de ópera como acompañante en el palco de una entretenida; de la crueldad del campo y de las guerras; del olor de los castañares, de las nueces verdes, de las avellanas tostadas y del pan hecho en casa; del can-can, Gardel, la jota asturiana, la Salvaora, Estrellita Castro y Santa Bárbara Bendita, Jejo.
Me dejó dicho que al menos hay que intentarlo, que se puede ser madre sin renunciar a ser, que es necesario buscarse las vueltas, que un aborto no es pecado, que siempre hubo madres solteras, que hay putas y putas, y que a los hombres ni caso cuando intentan doblegarte.
Me expresó con claridad cómo dudar de curas, grandes personajes, generales, conductores de hombres y cabezas de familia, y cómo respetar a maestros, médicos, científicos, buenos artistas y ancianos en general.
Me mostró quiénes eran mis abuelos, de dónde provengo, cuál es mi lengua, cómo elegir amigos, a quién acudir si no puedo yo sola.
Cuando comencé a pensar por mi cuenta, ya me había enseñado, a puro golpe de historias, a dar de lado la grandilocuencia y fijarme en lo esencial.
Así, aunque nací en el '44, y gracias a mi madre, guardo en mi cabeza todo el imaginario y la moral renovadora del siglo pasado.
Me dejó dicho que al menos hay que intentarlo, que se puede ser madre sin renunciar a ser, que es necesario buscarse las vueltas, que un aborto no es pecado, que siempre hubo madres solteras, que hay putas y putas, y que a los hombres ni caso cuando intentan doblegarte.
Me expresó con claridad cómo dudar de curas, grandes personajes, generales, conductores de hombres y cabezas de familia, y cómo respetar a maestros, médicos, científicos, buenos artistas y ancianos en general.
Me mostró quiénes eran mis abuelos, de dónde provengo, cuál es mi lengua, cómo elegir amigos, a quién acudir si no puedo yo sola.
Cuando comencé a pensar por mi cuenta, ya me había enseñado, a puro golpe de historias, a dar de lado la grandilocuencia y fijarme en lo esencial.
Así, aunque nací en el '44, y gracias a mi madre, guardo en mi cabeza todo el imaginario y la moral renovadora del siglo pasado.
22 Comments:
Verrrde de envidia me tienes, moza.-
Y yo con una madre que... sin comentarios, mejor dejarlo.-
Toxcatl,
Si me pillas a los veinte años nos hubiéramos lamentado juntas, corazón, porque el discurso explicito de las madres suele ser muy parecido.
Muy otra cosa es la huella que al final dejan, jamía.
Un besote.
Toco el sombrero y me bebo el champan, oigo la musica desde el palco, y respeto a artistas y ancianos. Me lo has hecho vivir y sentir gordi, y con los vellos de punta.Puñetera la Eulalia.
Toda una declaración de principios con los que comulgo totalmente. Besuco.
Acabas de hacer un hermoso homenaje resumido de tus raíces.
Todo un legado el que se te dejó tatuado en el corazón y el recuerdo. Pocas personas han tenido esa suerte...
Un abrazo muy fuerte
Y esa es una suerte de la que eres muy consciente. Yo he tenido la suerte de ver crecer en mí una actitud crítica irrefrenable. Porque eres "así" te admiro. Besos.
Wow, un buen y bonito resumen de lo ganado a la vida... que no es menor!.
Un beso grande jamía!
Soltaire
Te explicó un montón de cosas importantes tu madre.
Yo no sé si a mi me explicaron tanto, creo que no hablaban mucho o al menos no lo recuerdo, estaban cansados de ellos mismos y de la vida. Lo curioso es que aprendí un montón de cosas y valores sólo por respirar el mismo aire.
Marga,
gracias a vosotros estoy descubriendo-me.
Un beso grandote.
A ver si nos vemos y tomamos unas copas. Tengo ganas de ponerte cara.
(Cuando pase el mal momento).
:)
Ole el homenaje en mayúsculas, y ole tu madre.
Un beso, Eulalia linda.
El respeto a los maestros es una parte de la moral tradicional que no debería haberse perdido nunca.
Recuerdo con vergüenza ajena algunas clases del instituto, cómo se cebaba (aunque pondría otra palabra más fuerte, que está muy de moda) el alumnado con los profesores más débiles, y parece que la cosa va a más.
En estos momentos parecería un viejo diciendo "se están perdiendo los valores"... :DD
- Chapeau !!! , a esa mujer bajita , morena y gordita ...
Y a vos , por homenajearla de este modo .
Se nota el sentimiento cuando cuentas herencias del pasado ...
Felíz día ! .
espero aprender yo también de lo que aquí compartes. un beso y saludos sónicos!
Manolotel,
Siempre me gusta que me dejes un mensajito; en esta ocasión, con mayor motivo.
Un beso.
Isthar:
Este legado lo estoy poniendo por primera vez en palabras, gracias a vosotros.
Poder compartir es otra hermosa suerte, ¿no crees?
Un beso
Soltaire,
Lo que no he dicho es que mi madre era, sobre todo, una mujer inteligente.
Mamé mucho más de lo que yo misma pensaba, no creas...
Un beso.
MAIK,
La actitud crítica es imprescindible para ir por esta vida sin que te coma el lobo, ¿verdad?
Bien por tí.
Un beso.
FLORECILLA
Si mi madre viviera ahora querría una hija como tú.
Lo tengo clarísimo.
Un beso.
HEREL,
En momentos de cambio, todo parece estar al revés; sin embargo creo que, en un sentido general, hay valores importantísimos que están extendiéndose y cobrando fuerza.
Otro día hablaremos del asunto, que no es baladí, por cierto. ;)
Un beso.
JEJO :(
Ni siquiera te has dado cuenta de que me acordé de tí en el párrafo que hablo de cantantes...
De todos modos, gracias y
Un beso.
SERGISONIC,
Lo que más me gusta de la blogosfera es lo que se aprende, de manera que me encanta lo que me dices.
Un beso.
...
- Te equivocas Eulalia , sí lo ví , y me extrañó . :-O
No sabía que eran cantantes... ecepto gardel , claro .
Y si bíen no entendía mucho por que estaba jejo ahí , algo intuí ...
Me alagó mucho verlo escrito , y no quise comentarlo para no poner celosos a otros lectores ...
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