• quintadel44: LO QUE NO ME ENSEÑÓ MI MADRE.

    martes, octubre 17, 2006

    LO QUE NO ME ENSEÑÓ MI MADRE.

    A cocinar. Ella odiaba guisar, y más de una vez se le quemaron las lentejas por andar de cháchara con las vecinas, escuchando la radio, distraída con cualquier otro quehacer. Las tres hermanas, sin embargo, hemos salido buenas cocineras, aunque sin estilo común: Pili es más de guiso tradicional: cocidos, ensaladillas rusas, fabadas, asados; Tití de fritangas, callos, aperitivazos para tumbar de espaldas y tortilla de patatas fría para cenar viendo la tele. Yo soy más de ensaladas, pescados y experimentación con productos que encuentro en el mercado, copio de restaurantes o me enseñan las amigas.

    A ser ordenada. El orden era una virtud congénita de Pili, como su piel clara y sus pecas. Teníamos tan pocas pertenencias que tampoco era una cualidad imprescindible, ahora bien: mi madre era la primera que pasaba de tener un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Titi y yo compartíamos un cajón de la cómoda para guardar nuestra ropa, y nunca hubo desavenencias, quizá porque sobraba espacio. El armario de mis padres era un revoltijo fascinante para las tardes en las que me dejaban sola en casa: podía revolver todo cuanto quisiera, que nadie se daba cuenta. Allí se guardaban, sin orden ni concierto y, entre otros tesoros, materas de porcelana; cajas con fotografías, documentos y cartas; peinetas de carey; un mantón de crespón negro sin bordar; un corsé de ballenas de seda natural en color crudo; un decrépito joyero de dos pisos sin otro contenido que un alfiler de corbata modernista en oro oscuro... Cuando tuvimos de deshacer la casa, me quedé con casi todas esas antiguallas ante la mirada incrédula de mis hermanas, que hubieran tirado todo -salvo las materas y el alfiler de corbata- sin piedad.

    A ocuparme de mi aspecto físico. Mi madre adoraba los sombreros, los hombres trajeados, los talleurs a lo Laureen Bacall, los bolsos de piel y el zapato de tacón. Dios, sin embargo, no le había concedido ni posibles ni una figura estilizada, y por lo tanto limitaba su buen gusto a admirar el bien vestir en las actrices y demás aristocracia social. Consideraba impropio de nuestra clase llevar ropa nueva los días laborables, lavarnos la cabeza más de una vez a la semana, hacernos la manicura, usar medias transparentes, enseñar el escote y, en general, ocuparnos de los mismos asuntos que ella en sus años jóvenes. Supongo que temía que tanta frivolidad acarreara otra guerra. Como castigo divino, dos de sus hijas hemos salido unas presumidas impenitentes.

    A ser elegante. Ella era de rompe y rasga. Alardeaba de cantarle las cuarenta a quien le petara. Tenía la boca más sucia del barrio, no se cortaba de colarse en un cine o en la fila de la panadería, robaba una pieza de fruta en un puesto del mercado y la metía en la bolsa con disimulo, discutía un precio hasta que aburría al vendedor... El dia de su octogésimo cumpleaños nos pidió como regalo que la llevásemos a ver un espectáculo porno (Cosa que hicimos, desde luego, y sin ningún empacho: allá que la llevamos los cuatro hijos, y tres yernos; se colocó en primera fila y no perdió ripio).

    A seducir con armas de mujer. Lo de mi madre no era la palabra suave, ni el coqueteo, ni el besito conciliador, ni la sonrisa de comprensión, ni la lágrima fácil. Con mi padre mantenía la clásica división de poderes: él decidía en lo macro y ella en lo micro, pero las tormentas - frecuentísimas - se desencadenaban sobre ese terreno incierto del cuánto y el cuándo, porque, si bien él tenía a su favor la tradición, ella tenía un carácter más fuerte, más inteligencia, cuatro hijos por los que mirar y, sobre todo, un temperamento de leona a quien - que me perdone allí donde esté - le gustaba la pelea tanto como el cine.

    (Continuará. Hubo muchas cosas, tan importantes como las que aprendí de ella, que mi madre no me enseñó, y no todas pueden definirse como carencias).

    47 Comments:

    Blogger Cerillo said...

    Sin ningun reparo me apunto al repaso. Al fin y al cabo estas historias son de todos, aunque no nos lo parezca.
    Entretenidisimo sin saber la causa, ¿será esta franqueza tan bien medida?
    Aunque me quede con ganas de mas cocina, me falta una hermana.

    3:01 a. m.  
    Blogger Esther Hhhh said...

    Me encanta leerte... Esa mirada hacia atrás. He visto a tu madre, que mujerona. Te he vuelto a ver de niña. Me gustan tus historias que encima tienen el encanto de ser reales.
    Tu madre me recuerda a mi abuela. Supongo, que mi abuela sería mayor, del 1910.
    Guardo una fotografía del día de su boda, se casó muy mayor para la época, con 33 años. Ella preciosa, con ese peinado de actriz, muy en el estilo Ava Gardner. El con su sombrero de ala ancha, a lo Humphrey Bogart... Donde quiera que estén supongo que estarán bailando su bolero, casi me parece oírlo, "dos gardenias para ti, con ellas quiero decir..."
    Besitos

    3:42 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    CERILLO,
    Éramos tres hermanas y un hermano; ahora sólo quedamos nosotras.
    Sucede que muchas veces hablamos mucho en primera persona, pero poco sobre nosotros.
    Y gracias.
    Un beso.

    3:44 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    ESTHER,
    mi madre era de 1904.
    Por septiembre (más o menos) puse aquí la fotografía de boda de mis padres, por si te entra la curiosidad.
    Pues mira que yo a mis padres no les veo bailando. No.
    Un beso

    3:49 a. m.  
    Anonymous Anónimo said...

    Dices muchas cosas y las dices tan bien que me llevo una rabieta diaria cuando llego al final de la lectura de tu post cotidiano.

    Lo de tu madre en un espectáculo porno a los ochenta años, como regalo de aniversario, "si non é vero...".

    9:41 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    Anónimo:
    para mi madre "nada de lo humano le era ajeno", querido...
    Mi hermano nos llevó a un local de la calle Luna, y es el primer y único espectáculo porno que he visto en mi vida. Con mi madre, como es debido.
    Un beso.

    11:31 a. m.  
    Blogger Chilanga said...

    Pos yo cocino de vez en cuando, soy muy desordenada y nada elegante, hubiera sido la hija perfecta para ella jeje.

    Saludos

    1:52 p. m.  
    Blogger Toxcatl said...

    Madre de dios!!!!
    como me parezco a tu madre y eso que he intentado pulirme a base de tragarme sapos!!!
    Bueno, cocinar si me gusta y el orden le estoy tomando afecto, lo que no quiere decir que me guste en exceso.-

    2:03 p. m.  
    Blogger El Tipo de la Brocha said...

    Tu entrada, Eulalia, me ha llevado a plantearme qué he aprendido yo de mis padres. Y creo que voy a tener que pensármelo mucho.

    3:55 p. m.  
    Blogger Pow said...

    Siempre tendemos a llevar la contraria a los padres. Por rutina. Solo con el tiempo, tras años de separación, encontramos nuestra auténtica manera de ser. Pero para entonces puede que estemos tan viciados que ya nos hayamos transformado en algo que no es esencia sino costumbre.

    4:21 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    CHILANGA,
    No existe el hijo o la hija perfectos, como no existen los padres sin mácula.
    Faltaría más.
    No tendríamos de qué quejarnos :-D
    Un beso.

    4:31 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    TOXCATL,
    jamía, lo de los sapos piénsatelo, que no son buenos para el cutis.
    El orden es imprescindible para una vida productiva; cuando descubras la técnica me la pasas.
    Un beso.

    4:33 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    Roque,
    testigos tengo; dependiendo de la apuesta que hagas te los presento.
    Un día se metió en el cine del barrio sin saber que lo habían convertido en sala X, y se extrañó al ver sólo una docena de hombres desperdigados.
    Se quedó a ver toda la película.
    Y nos lo (no "la") contó. Adujo que había pagado la entrada.
    Un beso.

    4:36 p. m.  
    Blogger terminus said...

    Es curioso, el otro día hablaba con una amiga que normalmente no es que adoptemos la conducta y el comportamiento de nuestros abuelos, más bien lo que hacemos es llevar la contraria a nuestros padres.

    Me explico: Si nuestros padres son ordenados, nosotros desordenados. Como nuestros abuelos por eso nuestros padres eran ordenados. Vaya lío, jejeje.

    Besooooo

    Edu

    4:37 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    Pow,
    las costumbres que aprendemos de nuestros padres suelen chocar con las exigencias de la vida que elegimos y, cuando la contradicción es muy fuerte, gana el gen.
    (Como frase no está mal, pero no me la creo ni yo. ;))

    4:38 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    EDU,
    a mí me parece mucho más complicado; tanto, que ni siquiera me he parado a pensarlo hasta esta mini revisión de la familia...
    Un beso.

    4:41 p. m.  
    Anonymous Anónimo said...

    Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    5:42 p. m.  
    Blogger Marga F. Rosende said...

    Con lo del espectáculo porno has metido una bomba muy eficaz en el texto. Menudo vapuleo...
    Un beso para esta Eulalia, que no se casa con nadie, ahora que no nos oye...

    8:01 p. m.  
    Blogger Toxcatl said...

    eulalia... lo de los sapos lo estoy estudiando; ahora he adoptado la tecnica de "Tu crees que me lo he tragado, pero te lo voy a soltar a la que te des la vuelta con un comentario incisivo-corrosivo- destructivo que te va a dejar fuera de juego"
    igual es demasiado para un simple sapo, pero chica que tienes razon que se me estaba quedando el cutis hecho migas (y tengo muy buen cutis, que quieres que te diga).-

    8:16 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    MARGA
    Mi madre aguantaría este vapuleo y dieciocho más que le vinieran a la vez, querida mía.
    Eso sí: nos mandaría a la mierda a todos con acento asturiano.
    (si es que te referías a eso):)
    Un besuco.

    8:18 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    TOXCATL,
    Bien hecho.
    Lo de pensarse las frases que vas a colocarle al personal está bien: luego la sueltas y parece que te nacen así, de repente, y quedas de lo mejor.
    No te olvides de pasarme la técnica del orden y concierto.
    Un besuco.

    8:25 p. m.  
    Blogger Para, creo que voy a vomitar said...

    jajajaja, me quedo muerto con lo del espectáculo porno a los 80!!!! Cada vez soy más "fan" de ella!!

    Y se le fue la mano?? jaja

    10:29 p. m.  
    Blogger JeJo said...

    - Algunos dicen que la herencia salta una generación .
    Yo creo que por reveldía tratamos de no imitar lo que no nos gusta de nuestros padres .
    De una u otra manera , ellos son los "maestros" ...

    (el comienzo del post me ha dado hambre)

    Saluditos .

    12:11 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    PARA, CREO QUE...
    No creas que hizo como que se ruborizaba o le daba el mínimo pudor: no perdió ripio, la jodía.
    Pero era uno de esos en los que hacían como que hacían; desnudos, eso sí, pero sin llegar al "completo", de modo que no hubo ocasión, porque no se paseaban entre el público. Ten en cuenta que estoy hablando de 1984.
    En fin.
    Ya para entonces se había leído todo el Freud que publicó Alianza Editorial, las obras completas de Maupassant y supongo que algo del Sade que andaba por casa.
    Oyes, que estaba hasta aquí de pulseritas de oro, pañuelos de seda natural y todas las mierdas que le comprábamos en las fechas preceptivas.
    No te fastidia. :-DD

    12:14 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    JEJO,
    Hay cientos de cosas en nosotros de las que no somos conscientes, de modo que difícilmente podemos aceptarlas o rechazarlas.
    A veces caes en la cuenta de algo y, ¡coñes, pero si resulta que esto ya lo hacía mi padre, o mi madre, o los dos!
    Total, ¿qué más da?
    Al final, eres ese conjunto que maldito lo que te gusta, pero a quién vas a echarle las culpas, si ya eres mayorcito.
    Un beso.

    12:18 a. m.  
    Blogger JeJo said...

    - Si me gusta lo que soy y lo que hago creo que es lo correcto , no existen culpas ...

    (que díficil es hacer una tortilla)

    12:35 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    JEJO,
    ¿Estábamos hablando de culpas?
    Eso era en el post anterior. Aquí hablábamos de padres e hijos...
    La tortilla no es mi fuerte: es mi último recurso cuando no tengo ganas de cocinar.
    Un besito.

    12:42 a. m.  
    Blogger JeJo said...

    - todo tiene que ver con todo , no ?

    12:52 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    JEJO
    Todo tiene que ver con todo aunque en mi caso, si no establezco un orden, mi cabeza se convierte en una olla de grillos.
    Otro beso

    12:55 a. m.  
    Blogger JeJo said...

    Jejo dijo 12.11 : Ellos en definitiva son nuestros maestros .
    Eulalia dijo 12.18 : Pero si esto ya lo hacían mis padres ! que más dá! . A quien echarle culpas si ya eres mayorcito .
    Jejo dijo 12.35 : si me gusta lo que hago (lo recibido en herencia)
    ya no hay culpas ...

    La verdad , un dialogo confuso .

    (se me quemó la tortilla)

    stop .

    1:16 a. m.  
    Blogger asco said...

    Estoy realmente encantado de que hayas ido a mi pequeña guarida, he encontrado un placer inmenso en leerte, esos placeres que pensé que ya no habría. Tu descripción es maravillosa, viajé hasta alla y he regresado a este mismo escritorio de siempre.

    Siento que tuvieras apenas dos años más que yo, reparo y me doy cuenta que estoy sentado frente a alguien admirable (junto con Marga) los cuales le dan sentido a que siga escribiendo, aunque tonterías, periódicamente. Ahora eres un aliciente más para describir, me encanta la descripción, a mis cortos 23 mal vividos mexicanos años a veces pienso que no valoramos lo que vemos, es más, ya ni vemos. Y a veces me apeno de describir mi ciudad, aquello que todos los que me leen conocen, pero cada vez procuraré acercarlas más a una imagen mental de lo que es la ciudad de México.

    Saludos y un abrazote.
    Que maravilla que mantengas este blog.

    1:17 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    JEJO:
    TE AMO
    Me encanta que me pillen en renuncio.
    Y las tortillas desprecian una atención intermitente.
    :-DDDD

    1:20 a. m.  
    Blogger JeJo said...

    - besos

    1:23 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    JEJO
    Buen provecho.
    Besos para tí también.

    1:24 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    ASCO,
    Gracias por tus elogios.
    Nos iremos conociendo.
    Un besazo.

    1:28 a. m.  
    Blogger Esther Hhhh said...

    woala vaya cantidad de comentarios y todo porque una señora octogenaria disfruta de un espectáculo porno, ains... pues oye, que quereis que os diga, ya quisiéramos muchos tener la decencia, el valor, y la honestidad con nosotros mismos como para entrar en una sala de porno, como el que entra en la pescadería, y disfrutar del espectáculo como si de una obrita de teatro infantil se tratara...
    Eulalia, a ver que haces con las tortillas del pobre Jejo (me he abstenido de la tentación de hablar de huevos, que conste, jejeje)
    besitossssss

    2:39 a. m.  
    Blogger Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario said...

    Bueno, estoy encantado con su madre. Muy buenas sus historias y ya me he apuntado como un lector fiel. Felicitaciones.

    4:07 a. m.  
    Blogger Roxi said...

    De lo que aprendí de mi madre, a cocinar bien ...
    aunque discretamente en comparación con mi madre y mi hermana

    De orden, soy más desordenada que mis ideas, atroz ... del
    estilo revoltijo fascinante que describes. Y mis 3 hermanos igual
    compadezco a mi madre y a las nanas que tuvieron que aguantarnos.

    De intrusear el armario, amaba hacer eso, aunque me pillaran.
    A veces me dan ganas de revisarle la billetera a la gente, pero
    me auto censuro

    Mi aspecto físico hay épocas en que me obsesiono demasiado y otras
    en que me dejo estar más de lo prudente, la inconstancia me define

    Para seducir me encanta la palabra suave y el besito conciliador (ojalá en el cuello o en la oreja). Bueno claro y alguna miradita o silencio
    manipulador no está mal.

    Que entrete volver a leerte, me haces analizarme.

    Abrazo grande!

    4:55 a. m.  
    Blogger Zifnab said...

    A mi nunca me enseñó a ser ordenado pero creo que la culpa de no haberlo aprendido nunca ni tener intención para ello, es todita mía. Y si me ha enseñado a cocinar o al menos algunos platos.

    Hago una sopa de ajo digna de ella pero nunca superaré sus croquetas

    Se feliz

    5:04 a. m.  
    Blogger Soltaire said...

    Buenísimo tu relato!, me entretuve mucho..., me imaginé perfecto a tu madre, a ti, a tus hermanas....

    Un beso grande como siempre desde este lado del mundo.
    Soltaire

    7:50 a. m.  
    Blogger GLAUKA said...

    Creo que tu madre era demasiado lista. Con ese "No enseñarte" siento decirte, que te estaba enseñando. ;)
    Un beso.

    5:13 p. m.  
    Blogger Maik Pimienta said...

    No puedo reprocharle a mi madre todo lo que no me enseñó, aquneu esas carencias hayan hecho de mí una buena parte de lo que soy. Besos!

    7:48 p. m.  
    Blogger Eulalia said...

    ESTHER,
    mujer, reconoce conmigo que el regalo no era muy convencional...
    Y, en otro orden de cosas, ¡no seas malvada!
    Un beso.


    SEÑOR CÓNSUL,
    Como ve, aquí cabemos gente de todo tipo, de modo que un cónsul temerario no puede sino ser bienvenido.
    Le visitaré a usted esta misma noche, si no tiene inconveniente.
    Un beso.


    ROXI,
    Nena, con el nuevo ordenador y el cambio de ADSL perdí mi lista de favoritos. Un placer que vuelvas por aquí.
    Besitos.


    MAGO,
    No siempre podemos superar a nuestras madres EN TODO, pero bueno es saber qué hemos sabido recoger.
    Un beso.



    SOLTAIRE,
    gracias por el elogio. Mi madre tenía tal poderío que igual apareció por allá... :)
    Un beso
    Un beso.

    12:07 a. m.  
    Blogger Eulalia said...

    GLAUKA
    Cierto, muy cierto lo que dices, aunque a veces se arrepintió de algunas de sus enseñanzas.
    Un besazo.

    MAIK,
    En mi caso, mi madre fue la figura más poderosa de mi infancia, pero conozco mucha gente que no lo ha vivido de ese modo.
    Lo cierto es que los críos siempre tienen alguien cercano que eligen como modelo... para imitarlo o rechazarlo, que todo alimenta.
    Un beso.

    12:13 a. m.  
    Blogger Isthar said...

    Es curioso que de todas las cosas que te enseñó tu madre, no pueda compartir ni siquiera una.

    Claro que mi madre era(es) cualquier cosa menos una madre típica. Me enseñó a cambio otras muchas cosas, pero éstas, las que mencionas, las aprendí por mi misma, algunas de ellas no hace tanto tiempo. Es lo que tiene tener una madre cuyo rol en casa es más bien el de figura masculina/paterna. Me faltó la figura femenina...

    11:40 a. m.  
    Anonymous Anónimo said...

    arte culinario y espectáculo porno con sensibilidad. ¿qué mas queremos?
    yo, esto.

    un beso,

    sergi

    7:58 p. m.  
    Anonymous Anónimo said...

    Pues yo lo que digo es que ...Madre...¿ Qué es una madre ? Se supone que es alguien que quiere serlo o al menos lo intenta..No te preocupes si no tuviste lo que necesitabas , Yo tampoco he tenido una madre que se adaptase ni básicamente a lo que se puede llamar maternidad , pero el caso es que gracias a su ingratitud, a toda su maldad, mi madre sin saberlo me ha enseñado a ser una gran persona . Cosa que ella por más que lo intente, quizás nunca llegue a lograrlo , por más teatro que haga ...Así que ánimo y enhorabuena por sacar de raíz por medio de las letras todas las espinas que tu madre te clavó en el alma . Un fuerte abrazo de quién nunca llegará a concocer el corazón de su verdadera madre.

    Lidia.

    11:25 a. m.  

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