SÓLO PARA MUJERES
Durante la noche de ayer todos los madrileños nos levantamos tres veces de la cama - una, para ponernos la camiseta; otra, para recoger todo lo que se había caído al suelo y poner un tope en las puertas; la tercera, para cerrar las ventanas - porque la temperatura bajó como unos veinte grados (igual exagero, pero la sensación era esa) gracias a que la Sierra (nota para las de fuera: pues ¡Qué Sierra va a ser, la única que tenemos: la de Guadarrama!) se puso a la faena y nos limpió el aire contaminado de todo un verano de bochorno sin lluvia regalándonos un vendaval muy de agradecer.
Esta mañana tenía ginecólogo a las diez. A las diez y media estaba en la calle. En circunstancias normales me hubiera vuelto a casita en taxi, a continuar con mi reclusión forzosa; pero, amigas, era una mañana de agosto espectacular, espectacularmente madrileña, madrileña a la manera de agosto, agosteña a lo madrileño, yo qué sé: tráfico razonable, gente tranquila por la calle, veintiún grados, nada que hacer... Otros años aprovecho para ir de exposiciones, o al Reina Sofía con tranquilidad, o a alguna exposición...
Me fui de compras. Con todo el morro. A despecho del neurólogo, de mi médica de cabecera y de mis lumbares. Primero un cafelito con churros y cigarrillo de postre, leyendo el periódico. Luego, aprovechando que estaba por Goya, he entrado en Zara, en Cortefiel, en una boutique carísima donde he picado, en dos o tres zapaterías... Y he recalado en el supermercado de El Corte Inglés. Como una reina.
Esta mañana tenía ginecólogo a las diez. A las diez y media estaba en la calle. En circunstancias normales me hubiera vuelto a casita en taxi, a continuar con mi reclusión forzosa; pero, amigas, era una mañana de agosto espectacular, espectacularmente madrileña, madrileña a la manera de agosto, agosteña a lo madrileño, yo qué sé: tráfico razonable, gente tranquila por la calle, veintiún grados, nada que hacer... Otros años aprovecho para ir de exposiciones, o al Reina Sofía con tranquilidad, o a alguna exposición...
Me fui de compras. Con todo el morro. A despecho del neurólogo, de mi médica de cabecera y de mis lumbares. Primero un cafelito con churros y cigarrillo de postre, leyendo el periódico. Luego, aprovechando que estaba por Goya, he entrado en Zara, en Cortefiel, en una boutique carísima donde he picado, en dos o tres zapaterías... Y he recalado en el supermercado de El Corte Inglés. Como una reina.
Me he regalado unos pantalones, tres camisetas, unas sandalias, una falda blanca (de esas de fondo de armario. Cortefiel, 19 euros) y una chaqueta de encaje de guipur color berenjena que... Esa es la de la boutique cara, no os digo más. Antes de subir a casa he pasado por la señora de los arreglos, para que me subiera el bajo de los pantalones. No estaba: la sustituía un tipo cincuentón que no sabía que los pantalones normales se llevan tapando los talones, Dios mío:
- Y, usted, ¿aprendió como sastre, o como modisto?
- No – el tipo estaba a mis pies, con la boca llena de alfileres, así que hago una traducción libre – Yo era masajista, pero, ya ve.
- Ah, pues yo creía que los masajistas tenían mucho trabajo. Más largo, por favor.
- Es que, al venir a España... ¿Así?
- No, más largo, que tape el talón. Ah, ¿de dónde es usted?
- Yo soy argentino, pero vine a España con treinta años, en el '83 ¿Siempre lleva este tacón bajo? Pero soy medio español, mi abuelo era español. ¿Más largo aún? Mira que ustedes las mujeres se preocupan de la imagen... Siempre preocupadas de lo que los demás opinen de ustedes
Esa transición me dejó un poco sorprendida, pero el tipo seguía bajando milímetro a milímetro, y
- A mí la verdad es que lo que opinen los demás no es una cuestión que me quite el sueño, más largo todavía, sí: como un centímetro más largo.
- Bueno, le dejaré suficiente en el dobladillo, por si no le queda al gusto... Ustedes siempre creen que son como las ven los demás, por eso se preocupan tanto de su aspecto.
- Vale así. ¿Me lo tendrá para mañana?
Estoy convencida de que mañana, cuando baje a recoger el dichoso pantalón, me lo habrá dejado tobillero, pero todavía estoy rumiando sobre qué habré hecho o dicho yo, que no me acuerdo, para provocar esa reflexión en voz alta del pavo. Luego dicen que nosotras...
32 Comments:
no hacía falta decir nada, era el agosto madrileño y el tipo se aburría, porque masajear ropa no es lo mismo, por mucho que se empeñen...
besos
Yo, por suerte, sé que no soy como algunos demás creen... Pero no tengo nada que demostrar. Las reglas del juego son sencillas: no pido que me acepten, pero no consiento que quieran cambiarme.
Un besote, Eulalia, otro post genial.
Manolotel...;)
Un beso
Aldara,
a mí SI me interesa mi aspecto físico, pero no hasta el punto de identificarlo conmigo misma, y el tipo iba por un camino machista a más no poder y conmigo dio en hueso.
Gracias por la flor y un beso.
Manuel h
¡Me he confundido de nombre!
Manía de leer rápido...Perdona perdona perdona perdona.
El guiño y el beso eran para tí...
Bienvenido.
Bueno, ¿Y para mí, entonces, qué? /(¡Jopé, se va uno un ratito y le quitan el puesto!)
No se como era el señor.
Ahora, yo pienso lo mismo que el (perdona Eulalia :-D)
Creo que hay muchas mujeres que siguen pensando más en los pensamientos de los demás que en ellas propias. Creo que hay muchas mujeres que por el hecho de serlo tienen un nivel de autoexigencia mucho mayor. Creo que hay muchas mujeres que aún no se han librado de la cultura de mierda de la que les intentamos convencer los señores con miembro viril y creo que cuando os desprendáis de eso definitivamente, la llevamos clara.
Y conozco varias.... encantadoras. Pero podrían serlo más.
Se feliz eulalia
Eh, Manolotel!
No deberías espiar mis movimientos: me genera inseguridad, y bastante me provoca esa mala costumbre mía de confundir los nombres... Terminaré por llamaros a todos "churri".
Un beso de mañana fresquita en Madrid.
Ya, Mago, y, ¿qué me dices de muchos señores, que siempre tienen que ir demostrando lo "machos" que son, aunque se caguen luego de miedo delante del jefe?
Del modisto opinante, esta mañana he llegado a una conclusión: lo que quería transmitirme es que no le juzgara por las apariencias: hablaba de sí mismo (como por otro lado, hacemos todos CASI siempre).
Un beso.
No te preocupes, esta temporada se llevan los piratas...
A mi me costo mentalizar a mi directora de gestión domestica, una cubana genial, de que la raya en los vaqueros, mejor que no...
Ante todo Eulalia, felicitarte por este post maravilloso, que he leido con mucho placer. Aun a riesgo de parecer adulador, me sorprende tu gran capacidad de trabajo, teniendo en cuenta que acabas de salir y ya lo has escrito, con dialogos y todo!
Parece que el debate gira en torno a si tiene razón o no el ex-masajista modista. Yo diría que el tema de cómo nos vemos a nosotros mismos no es exclusivo de ningún sexo. Tal vez en el caso de la mujer se les exige que sean diosas en todo momento y lugar y por eso se agrava. Con la liberación masculina esto también está preocupando a los hombres.
En mis carnes he vivido a veces esa sensación de que otras personas tienen de tí una visión distorsionada completamente, redondeando tanto por arriba como por abajo. Por eso intento ser yo, pero ¡qué dificil tarea!
Un besote
Jajajajaja, Deivid:
el post se iba haciendo solito en mi cabeza mientras disfrutaba del paseo, y el colofón me lo dio el masajista frustrado, sin afeitar y con el pelo cortado a la mecagüen.
Es absurda tanta preocupación: al final, estar VIVOS es lo que nos hace atractivos a los demás... Porque ese es el objetivo, ¿no?
Viuda,
;)
Qué me vas a contar que no sepa...
:)
Un beso
¡Ah! El pantalón me lo ha dejado, digamos que, ponible. Menos mal, porque con el reposo me he quedado sin ropa: estoy engordando y ya uso la 40 ¡¡Bien por mí!!
Qué post más cojonudo!!! Dicen que la creatividad o virtud se ve cuando, con pocos ingredientes o materiales, uno consigue hacer algo realmente bueno. Y es lo que tú acabas de hacer.
Me enganchaste de principio a fin.
Joé, Bito,
Está visto que para mí soy la gran desconocida: después de leer tu comentario he de revisar mi ego al alza.
Grazia, maeztro.
Un beso
Llego a ti porque comentas en dos de mis blogs más visitados (suicida en serie y escritas desde abril) y me gusta tu blog... así que me tendrás por aquí de vez en cuando, al menos durante las vacaciones. Un saludo.MJ
Gracias, MJ.
Los blogueros que visitan los blogs que yo visito, son mis blogueros... Te devolveré la visita.
Un beso.
Hola Eulalia
Que linda mañana madrileña!
Se me fuern armando las imágenes como en una buena peli (y eso que no conozco tu tierra, pero algún día ...)
Y derrepente de lo cotidiano, desde donde menos se lo espera salta una reflexión, que creo el tipo hacía para sí mismo, pero nos llegó a todos los que la leímos en tu relato. ¿extraño cierto?
Saludos Eulalia, volveré por acá
Hola, Roxi!
Madrid es una ciudad áspera como el membrillo, pero en agosto se azucara...
Un beso
Gracias por el dato de la falda blanca, tomo nota.
De la reflexión del masajista reconvertido en modisto creo que en parte tiene razón cuando dice que nos pierde el "cómo nos ven los demás" y igual que a ellos "el cuan machos parecen" (como tu le replicas al mago).
En mayor o menor medida, es cierto que nos preocupamos en exceso de la imagen y prueba de ello es el gasto irracional que hacemos en ropa. No hay más que ver que los negocios más boyantes son los de la ropa de mujer.
A veces me revelo contra esta utilización que hacen los de marketing de nuestra debilidad pero ¡me gusta tanto estrenar ropa!
Ay calores y calores, bueno al menos te fuiste a mimarte un ratito no?
Aca esta tambien el clima medio raro, un invierno que no es invierno, que aveces se acuerda de serlo.
Las mujeres somos coquetas, pero solo por nosotras. Personalmente me gusta muchisimo jugar con mi ropa.
Besos
Estimada Eulalia, estaré un tiempo ausente. Le dejo en prenda este poema de Ben Sahl.
¿Que te parece visitar el río,
cuando ya el rostro de la tarde se ha teñido de rojo?
Es delicado el manto del crepúsculo
y en la mejilla de las aguas florece la rosa del sol
que juega con láminas de plata
mientras se vierte el oro en nuestras copas.
Adíos
Yo creo que no hay que generalizar: hay quien es esclavo de su imagen, quien se preocupa lo justo, quien la descuida en exceso y quien aspira a estar bien para si mismo sin importarle lo que opinen los demás.
Los comentarios que empiezan por “las mujeres…” o “los hombres…” y nos meten a todos en el mismo saco me provocan cierto rechazo.
¿No es mejor pensar que cada persona es un mundo y allá cada cual con su historia?
Un beso
Ya, Lula,
Pero tuvo mala idea el señor: no puedes trabajar en el gremio (al fin y al cabo arreglar ropa...) y calentarle los cascos a la clientela, ¿no?
Por otro lado, disfrazarse es genial, y los del marqueting hacen utilización hasta del estreñimiento, así que...
Un beso.
Ah, no, Neo: yo soy coqueta porque ahí fuera están los hombres y me encanta que me miren ;)
Un beso
Alholva,
esa generalización fue lo que más rabia me dio de todo...
Un beso, preciosa.
Los argentinos no pueden evitar filosofar, por muy lejos que se encuentren de su tierra...
A mí la transición que me ha gustado ha sido la tuya: del taxi al paseo, del paseo a las compras. Uno de esos días que a uno le dejan una sonrisa bobalicona en la cara: ¡Perfecto!
:)
Querida mía, dame tu palabrita del niño Jesús, o de Pablo Iglesias, de que nos cuentas como te dejaron los pantacas.
Un besito
Marga:
exactos.
Besooooooooo.
jajajaja... primero: envidiable mañana!... que bueno disfrutar, y comprar, y regalarse los gustos...
segundo...
jajajaja... argentino? jajajaa... somos un desastre.
Que sastre? Modisto? jajaja...
quizas ni siquiera masajista!
Mira que mi abuelo era español... y aqui su vàstaga, ni una alfiler en la boca, toda espada en las manos...
Un chiste para argentinos dice asi:
Un argentino esta en medio de una tormenta terrible, caen rayos impresionantes, el, en medio de la calle, cada vez que refusila, se detiene y se pone en pose.
Un transtenue le pregunta: Porque se para, se esta mojando todo!
El contesta: es que soy tan hermoso que Dios me saca fotos del cielo!
jajajjaa... que desastre...
Muchas sonrisas de Luz.
Pd: espero que tu pantalon quede bien,... despues nos cuentas!
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