EGOS
Me apetece escribir hoy sobre el ego, esa parte de nuestra personalidad tan poco conocida y que a veces incluso parece como si tuviéramos que esconderla. El ego es importantísimo para cada quien; sin llegar a la exageración del chiste aquél “Se suicidó arrojándose desde su ego” (Por cierto: la frase es una contradicción en sí misma, puesto que nadie con uno tan enorme caería en la tentación de desaparecer de este mundo cruel), conviene ser conscientes de que sin un ego adecuadamente desarrollado no tenemos nada que hacer en esta vida, seremos unos pringaos destinados a que los demás abusen de nosotros sin compasión y, lo que es peor, creeremos que ese es nuestro sino, qué horror.
Un ego no debe ser ni demasiado raquítico ni demasiado grande; por eso hay que cuidarlo adecuadamente, vacunarlo, vigilar periódicamente su salud, su aspecto, sus necesidades y demandas, sus carencias y debilidades.
Ojo con pasarse en su alimentación: los egos hipertróficos sólo sirven para monstruos de feria, de modo que una dieta sistemática de autocrítica o de crítica amiga resulta de lo más saludable. Recordad que un ego gigante siempre tendrá problemas para encontrar pareja (Preventivamente, los expertos aconsejan dosis masivas de sentido del humor y una evaluación periódica de la distancia entre el punto en que estamos y nuestros sueños).
En el otro extremo, los egos poco o mal alimentados tienen un pronóstico chungo: se vuelven rencorosos, comidos por la envidia, vengativos e incluso asesinos. Existen ciertos tratamientos para los sujetos aquejados de un ego débil o enfermizo, pero siempre ha de dejarse en manos de profesionales: si intentamos arreglar por nuestra cuenta un ego – propio o ajeno – muy deteriorado, las consecuencias suelen ser nefastas. Nada de Salvar Almas por afición. Ni siquiera por Amor. Hay que huir.
Los egos están tan ligados a nosotros que pasan por las mismas vicisitudes, pero no debemos confundir ser con estar, que para eso tenemos los dos verbos en español; por tanto, si el ego se pone malito o alguien le ha herido, se le mima, se le diagnostica el mal, se le aplica el remedio adecuado, y a correr. Atendamos las dolencias de nuestro ego: es una prioridad.
¿Mi ego? Pues, de aquella manera...
Un ego no debe ser ni demasiado raquítico ni demasiado grande; por eso hay que cuidarlo adecuadamente, vacunarlo, vigilar periódicamente su salud, su aspecto, sus necesidades y demandas, sus carencias y debilidades.
Ojo con pasarse en su alimentación: los egos hipertróficos sólo sirven para monstruos de feria, de modo que una dieta sistemática de autocrítica o de crítica amiga resulta de lo más saludable. Recordad que un ego gigante siempre tendrá problemas para encontrar pareja (Preventivamente, los expertos aconsejan dosis masivas de sentido del humor y una evaluación periódica de la distancia entre el punto en que estamos y nuestros sueños).
En el otro extremo, los egos poco o mal alimentados tienen un pronóstico chungo: se vuelven rencorosos, comidos por la envidia, vengativos e incluso asesinos. Existen ciertos tratamientos para los sujetos aquejados de un ego débil o enfermizo, pero siempre ha de dejarse en manos de profesionales: si intentamos arreglar por nuestra cuenta un ego – propio o ajeno – muy deteriorado, las consecuencias suelen ser nefastas. Nada de Salvar Almas por afición. Ni siquiera por Amor. Hay que huir.
Los egos están tan ligados a nosotros que pasan por las mismas vicisitudes, pero no debemos confundir ser con estar, que para eso tenemos los dos verbos en español; por tanto, si el ego se pone malito o alguien le ha herido, se le mima, se le diagnostica el mal, se le aplica el remedio adecuado, y a correr. Atendamos las dolencias de nuestro ego: es una prioridad.
¿Mi ego? Pues, de aquella manera...
19 Comments:
Interesante tema este el del ego no???
Apropósito, este tema de los blogs alimenta bastante el ego..,a si que me imagimno que el tuyo no debe andar nada mal Eulalia jajaja
Oye? a propósito de egos y blogs..., hace tiempo que no me vas a ver... y mi ego se debilitaaaa!!
;)
Un beso grande y cuídate
Soltaire
El ego siempre me dio mucho miedo. Tal vez porque sean las tres primeras letras de egoísta.
Soltaire,
Llevo toda la semana de reposo obligado: contesto y escribo un poco aquí, pero visito poco, cariño.
De todas maneras, recuerda: la dieta del ego ha de ser variada...
Un beso.
Vaya, Pow,
haz caso de mis consejos: el egoísmo, en dosis adecuadas, es sumamente necesario y conveniente para no terminar siendo víctima de otros egos más fuertes que el tuyo.
Un beso reparador.
Claro, Roque,
Los elogios inmerecidos, las alabanzas excesivas, la adulación, son tremendamente flatulentas para el ego.
Un beso.
Y al final, ¿el secreto de todo no está en el equilibrio? Ni demasiado inflado, ni demasiado hundido, ni en exceso autosuficiente (de esos que no necesitan abuela, ya se entiende), ni dependiente hasta llegar al servilismo por una migaja de reconocimiento. ¿Cuál es la fórmula perfecta para tener un ego sano? Me da a mí que, aparte de ciertas precauciones como las que tú nos recomiendas y que sirven para todos, al final lo más eficaz es crear una dieta específica para cada ego, que no todos digieren igual las críticas ni los halagos, ¿no crees?
Un beso.
Mi problema es la estabilidad, el nivel de mi ego sube o baja por cualquier tontería, a pesar del endurecimiento de los años. Es decir, que no tengo un elemento de apoyo neutralizador que aminore los golpes del "feedback" externo - como hace el mar con la temperatura - y por tanto un cambio brusco en el exterior significa un cambio igual de brusco en mi interior, de mi ego.
Por mucho que nos intenten convencer de que somos de otra manera distinta a como nos vemos es muy dificil separar nuestro Ego de nuestros actos.
A los efectos prácticos, por tanto, habría que decir "Ego sum qui sum Ego" (no sería así exactamente la frase, pero se entiende y queda más simétrica)
Somos lo que nuestro Ego es. Independientemente de esto, "de cara pa fuera" está la imagen que damos que puede resultar más o menos humilde. Sin un Ego importante, Ramon y Cajal (los dos) no hubiera podido llegar a explicar el sistema nervioso, ni Juan y Ramon Jimenez (los dos) no hubiera llegado a ser Premio Nobel.
También es culpable de nuestros fracasos en la medida en que desde nuestra perspectiva (más alta o más baja) no analizamos correctamente la realidad.
La unica forma de acercar lo que creemos que somos a lo que parece que somos a los ojos de los demás (que no siempre sirve de algo) es ejercitar aquella frase que aparecía en el frontispicio de Delfos*: "conócete a ti mismo" y yo añadiría, "pero no te hagas demasiado caso".
Pero no me hagas demasiado caso.
Beso gordo de amigo con el Ego por los suelos por culpa del dentista.
(Va a parecer que soy un erudíto cuando lo único que he aprendido es a usar el google)
bueno, del ego bien, gracias; ya me manejo yo con ñel lo mejor que sé e intento cuidarlo sobremanera, dándole sus vicios, pero sin pasarme. A mí lo de los egos mastodónticos me produce risa, o más bien me lo produce la enajenación de los que lo poseen. Besos.
Mi ego es como el hombre elástico: normalmente mínusculo, un grano de arena perdido en el desierto; pero si lo alimentan, puede convertirse en un gigante descerebrado.
¡Qué buen tema!
Mi ego y yo hemos tenido altos y bajos, transitado por todos los estados, desde el más gigante hasta el más débil, y por lo mismo coincido contigo en que hay que buscar un equilibrio sano. En general he tenido tendencia al ego alto, pero ahora ya me estoy relajando más, tal vez demasiado.
Ego contradictorio. Besos.
Hola que tal?, bueno solo pasaba a saludar, tu blog está interesante, muy bueno la verdad : ), nos leemos, saludos,
JD
Amigos,
me gusta, me gusta mucho la manera que tenéis de dialogar, acumulando a lo que escribo más y más ideas, más y más puntos de vista... Me encanta provocaros...
Un beso para cada uno.
Yo si que soy egocéntrico. Pero no me doy importancia. Una cosa es compatible con la otra aunque los manuales digan lo contrario. Palabra de mago.
Y en cuanto a los egos débiles, pues probalblemente yo sea uno de los salvaalmas esos de los que hablas. Pero como vuelves a tener razón, eludo la posibilidad de pelearme
Se feliz
Uyy el EGO, el mio va y viene, pero creo que nunca se queda mas que unos segundos, lo tengo como un tabù aunque muy bien se que aveces es sanador tenerlo.
Mago,
¿los manuales dicen que es incompatible ser egocéntrico con no darse importancia?, pues, no tenía ni idea. No darse importancia es reconocer que el mundo es muy grande y dentro mucha gente formidable, ¿no?
Lo que sí creo es que debe haber muy pocos blogueros que no sean un poco egocéntricos y un poco narcisistas... Hay cosas peores.
Un beso.
Neo,
procura que en la próxima visita tu ego se quede un ratito más; puede que os hagáis amigos y te des cuenta de que no tienes por qué ocultar su existencia... ;)
Un beso
Yo por si acaso cada noche saco a pasear mi ego, con correa y bozal, para que haga sus necesidades y le doy una vueltecita y tal, no vaya a ser que enferme de estar todo el día en casa.
F... (¿Puedo llamarte por tu nombre de pila?)
¿Tan agresivo es, el pobre, que tienes hasta que ponerle bozal?
Quítaselo de vez en cuando...
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